Mientras tanto, el PSOE canario observa con atención los acontecimientos de El Rosario y espera que su alcalde pueda salir airoso, cosa que parece cada vez más complicada a la vista de lo visto y de lo que está por publicar. Macario se muestra seguro porque cree que con el escudo de ATI pocas cosas malas le pueden pasar en Tenerife, pero lo mismo pensó un día un tal Pacuco Guedes y ya lleva dos meses en prisión preventiva. Por cierto, actuó rápido el PSC de Gran Canaria con el ex concejal sureño, al que expulsó un año antes de que lo detuvieran, pero no ha hecho lo mismo, por ejemplo, con el inigualable Blas Acosta, de Pájara, cuya pieza separada del Grupo Europa ya se encuentra en los juzgados del Puerto del Rosario a la espera de que el juez competente tome una determinación. A ver si los escándalos van a llover a pares.