El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Recurrir el oasis en barbecho
Interesante el espectacular giro que ha experimentado el caso oasis, para entendernos, la frustrada por el momento pretensión de RIU de sepultar el palmeral de esa zona de Maspalomas tras un mamotreto de cinco estrellas al grito de en mi propiedad hago lo que me da la gana. Lo que hasta el otro día era para muchos una simple guerra empresarial, ha explotado produciendo llamativas ramificaciones. Ahora es, para esos mismos, un “conflicto político-empresarial” sencillamente porque el Cabildo ha ejercido sus competencias de la manera que en otras ocasiones se le ha reclamado por los mismos que ahora se rasgan las vestiduras. Ha derivado también, por culpa de la torpeza de RIU en gestionar una decisión legítima, democrática y de momento legal, en un ataque insularista, que rápidamente han aprovechado en Tenerife los mismos que días antes habían acusado de eso mismo al alcalde de Las Palmas de Gran Canaria por pretender rascar algo del fraude en los padrones de habitantes de la entrañable isla vecina. La decisión de abrir expediente para declarar el oasis Bien de Interés Cultural en su modalidad de sitio histórico también ha abierto el debate historiográfico y ha cogido con el paso cambiado a los que emplearon todo su esfuerzo en denigrar los valores arquitectónicos del hotel Maspalomas Oasis para ponerlos a buscar razones que desmientan que Colón no fondeó en Maspalomas para avituallarse de agua y leña en su cuarto viaje a las Américas. Que llamen a don Pepito, a ver. El asunto ha dejado de ser, como les decíamos, una “guerra empresarial” para pasar a ser otra guerra empresarial, la que se libra en el seno de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas, cuyo presidente, Fernando Fraile, ya ha anunciado urbi et orbi que va a recurrir ante los tribunales la decisión del Cabildo. Y lo ha hecho sin ni siquiera tener en su mano el expediente administrativo correspondiente, sin conocer los argumentos científicos, y sin más estímulo que el que proporcionan la familia vasca Mañaricúa, la familia mallorquina Riu y la familia pacense Sanjuán Jover. No habíamos visto tanto afán recurrente desde hacía tiempo. Ni con la moratoria, oiga, que tantos millones dicen que ha impedido invertir ?incluso a importantes empresarios canarios- estos últimos catorce años.
Sobre este blog
El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora