Mientras don José se desgañita tratando de explicar lo inexplicable, justificando a duras penas sus trayectorias y sus derivas, en otras esquinitas del mismo periódico nos encontramos con esos dos paladines del pepitismo haciendo las delicias de los titireteros de jornada. El que más echado al monte anda es Andrés Chaves, que este domingo estrenó con estrepitoso fracaso ese programa que Willy García le ha regalado a El Día para que lo dejen tranquilo una temporada. El programa se llama Memoria de un Archipiélago, y está hecho con esa factura de retales propia de las producciones de teles locales que quieren salir del paso y cobrar rapitido. A pesar del personaje presentador, a pesar de lo atractivo que pretendía ser el enfoque (rescatar imágenes del pasado y comentarlas con pretendida gracia) el invento no pasó del 5% de audiencia, unos 21.000 espectadores. Y eso que venía de un 19% que tuvo el fútbol y un 9% del Todo Goles para, pasado el trance, volver a subir al 18% del informativo. Nada de extrañar en un periodista que pierde crédito porque la de la gana y encima presume de hacerlo. Este martes escribió lo siguiente con ese rigor que le caracteriza: “El otro día apareció en la Red que ZP había cogido otro Falcon para ir a ver desafinar a su mujer a Berlín, a un concierto. No lo he confirmado, pero por la Red corre la cosa. Si es cierto, patético. Y a la vista de los antecedentes, no me extraña nada”. Toma ya.