Ya que estamos por fomentar las relaciones entre Canarias y Marruecos, bien podrían explicar los mandamases de aquí a los de allí en qué consiste eso de la renovación de la planta hotelera. En Agadir la expedición canaria se alojó en un hotel de cinco estrellas que en catálogo no pasaría de mediocre en quinta fila de Las Américas. Sólo con ver ese hall, animadora cantando Los pajaritos incluida, ya era para sacar al presidente de allí. La culpa será de la agencia que es la que sabe de estas cosas. Claro que bien mirado podría habérsele ocurrido a alguien que ya que la ciudad cuenta con una flamante y lustrosa oficina de Proexca, no habría estado de más una inspección ocular.