Al rojo vivo se pone el ambiente político en San Bartolomé de Tirajana tras los resultados del domingo. La cosa es sencilla de explicar y no admite doble lectura: el Plan General que Marco Aurelio no pudo aprobar tiene en vilo a muchos empresarios, algunos de los cuales se han retratado convenientemente para la campaña y manifiestan seguir dispuestos a retratarse para lo que haga falta siempre y cuando se produzca el pacto más conveniente para sus intereses. Esa tensión convierte en noticia bomba, por ejemplo, un encuentro entre cuatro socialistas en un hotel de San Agustín sencillamente porque confundieron a uno de los contertulios con el enviado especial de un importante empresario. Como si de una ratonera se tratara. A la confusión contribuye la indefinición de Pacuco Guedes, concejal socialista electo, que dicen se gobierna solo y que prefiere al PP por un asunto de sintonía personal que pudiera colocar a su partido en una situación muy comprometida en el panorama político insular. Sobre todo porque tal pacto con Marco Incomparable pone de los nervios a Pilar Grande, secretaria regional de Organización y presidenta de la Gestora insular socialista. Mientras, los maletines (todavía in voce) corren que es un gusto como movidos por un vendaval.