Desde luego hay que agradecerle a la gente inquieta que no pierda la inquietud. En los tiempos que corren sería una tragedia social que todos nos encogiéramos de hombros y al grito de ésto no tiene arreglo, nos sumáramos regocijados o resignados (cualquiera de las dos modalidades es perniciosa) a las malas prácticas públicas y privadas de los que siguen creyendo que todo el monte es orégano. Para practicar el inconformismo existen numerosas vías, unas más participativas que otras, y otras más extravagantes que las siguientes. Ruperto Matas, que fuera dirigente político de primer nivel en el Gobierno de Román Rodríguez, debe encuadrarse en ese grupo de ciudadanos disconformes con el sistema y con los mecanismos que tiene el sistema para corregirse o perpetuarse. Quizás por eso, tras sus inicios políticos en UNI, su paso por Coalición Canaria, su fugaz militancia socialista y sus escarceos con el CCN, ha roto con la monotonía y ha fundado un nuevo partido: Partido por la Transparencia Democrática.