En medio de tanta polvareda, la Consejería de Empleo se emplea en desmentir y matizar otras cosas, como hizo este jueves con una noticia que viene arrastrándose desde hace dos meses, el recorte de subvenciones a la red Anagos. Montelongo, a una pregunta de un periodista de la Ser sobre el reparto de los dineros de formación, sencillamente no contestó. Un prodigio, que se llama. Si a esa capacidad comunicativa añadimos cómo se manipuló la información que se divulgó tras el Consejo General de Empleo del pasado viernes, nos encontramos con que a la doña le va a terminar por crecer la nariz, como a Ánsar, Acebes y Zaplana. Resulta que cuentan al mundo mundial que hubo unanimidad en el reparto de los fondos y resulta que ahora nos enteramos de que lo que hicieron los representantes de patronales y sindicatos fue respaldar el criterio del reparto, es decir, la teoría, que como siempre es mona-monísima. Por lo demás, no se pierdan el rifi-rafe que hay montado por la aparición de los datos en Internet. Un circo, deberían montar un circo. ¿O ya lo es?