Las listas que llegan al comité federal desde las federaciones socialistas españolas suelen pasar ese último filtro sin mayores dificultades, salvo casos excepcionales. En esta convocatoria podrían darse algunas de esas excepciones con Canarias. Una de ellas es Casimiro Curbelo, cuya candidatura al Senado ha sido ratificada mayoritariamente por la Agrupación Insular de La Gomera, órgano competente para hacerlo. Pero ya se sabe que Curbelo tiene la bola negra que ha metido en la saca correspondiente Elena Valenciano, mano derecha de Rubalcaba para esta campaña. Y una bola negra de Valenciano tiene su aquel, no se vayan a creer. José Miguel Pérez hará lo imposible para evitar otro cisma isleño, que ya tiene algunos incendios declarados y no es el momento de una explosión de este tipo en el hasta ahora seguro flanco gomero. Nada se sabe, sin embargo, de la suerte que puedan correr en Ferraz las listas al Congreso de los Diputados, porque si bien es cierto que Segura y Franquis han conseguido el aval del comité regional, más cierto es que en Madrid van a revisar con cierto espíritu crítico la falta de empuje que tienen las candidaturas canarias en uno de los sitios donde se podría frenar mínimamente al PP cogobernando como se cogobierna. Pérez volverá a batirse el cobre por mantener estos dos compromisos, que en el caso de Franquis defendió apasionadamente en el comité regional recordando “el sacrificio” que el candidato hizo en 1999. En aquel entonces, Franquis se presentó a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria contra José Manuel Soria, que consiguió el mejor resultado de su carrera política, 19 concejales, cuatro más de los que tenía desde el 95. Pérez olvidó que para llegar a ese sacrificio, el candidato socialista sacrificó a su vez a Carolina Darias, convertida hoy en valor emergente, y se instaló en una campaña personal e intransferible al margen del resto del partido. A ver “el sacrificio” que hace en 2011.