Hasta ahora, los pronunciamientos de los movimientos ecologistas grancanarios habían sido bastante tímidos respecto a la polémica surgida en torno al oasis de Maspalomas con la pretensión de la cadena RIU de construir un nuevo hotel-mamotreto en ese espacio y la apertura de expediente de Bien de Interés Cultural, en la modalidad Cristóbal Colón miccionó aquí, promovida por el Cabildo de Gran Canaria. Pero la verdad es que ha valido la pena la espera. El comunicado hecho público a última hora del miércoles deja muy clara cuál es la postura de tres de las más destacadas asociaciones ambientalistas de la isla, todas integradas en el movimiento Ecologistas en Acción: hay que proteger al máximo el oasis y el palmeral, y recuperar para el uso ciudadano esa pieza única de la naturaleza que acompaña a la charca y al sistema dunar de Maspalomas. El comunicado no deja escapatoria a los que pretendan tomar atajos en la cuestión, como es el caso del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, que cautivo y arañado por la cadena mallorquina, trata de hacer un apaño entre el mantenimiento del actual hotel y alguna actuación que impida imponer la legalidad vulnerada en la zona de manera sistemática gracias a la enorme influencia de las distintas propiedades y la flojera de espíritu de las sucesivas corporaciones municipales que por no aplicar, no han aplicado ni las sentencias judiciales. La reaparición de los ecologistas permite reabrir un debate que se había archivado temporalmente en lo que se dilucida el expediente BIC, pero que no ha cesado de moverse en los despachos en busca de una solución que permita respetar los derechos de los propietarios (que los tienen) con el impedimento por el que todos deberíamos luchar de comernos un mamotreto en medio de un lugar singular de la urbanización turística grancanaria. De ahí que en su comunicado, los colectivos ambientalistas recuerden el ofrecimiento de la cadena Lopesan de sumarse a la recuperación del entorno derribando su hotel IFA Faro, a condición de que se ejecute una operación de alto calado que suponga la renuncia por parte de RIU a construir el hotel que proyectó y recibió licencia en el mismísimo palmeral del oasis. A fecha de hoy no consta en ninguna parte que Eustasio López haya retirado ese ofrecimiento, como tampoco consta que lo hayan aceptado las demás partes en presencia.