El portavoz de los huelguistas que actuó a las puertas del TSJC leyó sin solución de continuidad, sin orden y sin concierto una larga serie de reivindicaciones en las que parecieron mezclarse las ocho que formularon los jueces de toda España para plantear el conflicto con las procedentes de diversos colectivos y asambleas en las que no había consenso previo. Ningún intento de ganarse el respaldo del resto de colectivos invitados, hasta la fecha bastante tibios ante los planteamientos de los jueces, y ausentes del acto, excepto algunos representantes del Ministerio Fiscal. Dijo Elena Corral, portavoz del comité de huelga, que ha habido presiones del Poder Judicial amenazando con sanciones encubiertas. No eran las noticias que teníamos del órgano de gobierno de los jueces. Donde sí hubo presiones fue en partidos judiciales peninsulares, particularmente andaluces.La Guardia Civil de Almería remitió un oficio cargándose lo primero que había que respetar: el derecho a la información. A alguien le dio por pensar que la prensa es la culpable de la huelga y pretendió que no accediera a los juzgados. Y los jueces, por lo común reacios a los flashes, se cabrearon considerablemente.