Se queja Pepe Juan Santana de que el Plan General incluya un importante incremento de la edificabilidad en los planes parciales, permitiendo pasar de las actuales treinta viviendas por hectárea a cincuenta. A su juicio eso supone transformar algunos núcleos hasta convertirlos en lo que es actualmente la avenida de Zaragoza, en el barrio capitalino de Schamann. El alcalde se defiende enviando la pelota al tejado nacionalista: “Las directrices nos obligan a no ocupar suelo y a subir densidades”, así que edificios en altura, y si no, haberlo pensado antes el Gobierno de Román.