La presidenta del PP de Fuerteventura, Águeda Montelongo, continúa profundizando a su manera en la unidad y en la concordia en el seno de esa formación, llamada a ocupar parcelas políticas muy importantes a partir de mayo de 2011, seguramente en la oposición. Porque al ritmo que ha marcado esta buena señora, es más que probable que no la voten ni los militantes, por muy poderosa que llegue a Canarias la ola regeneradora y esperanzadora de Rajoy (Dios nos libre y guarde). A las malsonantes diferencias tenidas con Guillermo Concepción en el Cabildo majorero, que acabaron con el consejero echado al monte lejos de la disciplina pepera, se ha sumado estos días el cisma promovido por la mismísima Aguedita contra el presidente, concejal y portavoz del PP en la localidad de Antigua, José Luis Cerdeña. Ocurrió en Tetir, durante la celebración del día de San Andrés, patrón de las policías locales de Fuerteventura. Por motivos que los testigos presenciales no han podido concretar, Aguedita y Cerdeña se enfrascaron en una agria discusión en la que la presidenta insular del PP reprochó a su hombre en Antigua sus formas de comportamiento, su manera de hablar y hasta su vestimenta, que ya se sabe que si no tiendes al sport fino en ese partido donde se ha impuesto el pijismo estás condenado al fracaso. La conversación fue subiendo de tono hasta alcanzar momentos verdaderamente espectaculares que pasamos a contarles sin más dilación.