El popular Sandokán, experto en rescates costeros y salvador de numerosas vidas en las playas del norte de Gran Canaria, se recupera lentamente de las secuelas que le ha dejado un ictus aplopéjico que le ha paralizado gran parte de su cuerpo. Se ha tenido que cambiar a una casa en Arucas con menos obstáculos que la suya de Bañaderos, y con la ayuda de su esposa trata de moverse todo lo que puede. A ese objetivo ha contribuido este miércoles el Club de Leones Gran Canaria-Centro, que se enteró de que Sandokán necesitaba una silla de ruedas y para allá se fueron sus miembros a regalarle una. Tras descubrir su situación, los Leones le preparan una cena-homenaje para el 26 de septiembre, probablemente en la Montaña de Arucas.