Anda Soria como la caja de turrones La Moyera, de fiesta en fiesta, pregonando el muy novedoso y gratificante discurso sobre los sablazos de Zapatero, las maldades de los socialistas y lo bien que nos fue con el portentoso Aznar. Luego localiza el discurso según la plaza en la que torea, y si el alcalde local es del PSOE, leña al mono, y si lo fue en la anterior legislatura, más leña al mono. Lo hizo hace unos pocos días en el barrio galdense de Sardina, a donde acudió a inaugurar una plaza. Soria se despachó contra el equipo de Demetrio Suárez: que si no hizo nada, que si dejó endeudado al municipio... Más de un asistente se dio media vuelta y se mandó a mudar recordando un amplio catálogo de realizaciones demetristas (piscina municipal, ciudad deportiva, pabellón de deportes de La Montaña, parques infantiles, plaza de Becerril, guardería, residencia de ancianos, campos de fútbol, potabilizadora...). Por no contar que la plaza pública que inauguró su excelencia fue iniciada por los sociatas. Que tampoco fueron perfectos, aclaramos. Veremos lo que dice el próximo alcalde no pepero de Las Palmas, por donde pasó Soria con sus luces y sus sombras.