Hemos de de desear a los empresarios de Las Palmas que tengan suerte y lucidez en este periplo en el que andan metidos. El Círculo de Empresarios infló el globo del desequilibrio y nosotros dijimos que aquel comunicado no era oportuno. Y lo sostenemos. Por aquellas fechas ya se podía constatar que la consejera de Sanidad, Maria del Mar Julios, les había dicho no en varias ocasiones -más de tres- al concierto pretendido para la clinica de Meloneras. Y que la viceconsejera de Turismo no aflojaba en el asunto del Palacio de Congresos de Maspalomas. Luego, ya era feo el asunto por lo de la mujer del César. El almuerzo en Ciudad Jardin colocó en situación comprometida a las tres mujeres del César que compartieron mesa y mantel con Adán Martín. Tanto los engañó Adán Martín en ese almuerzo, que lo mantuvieron en secreto hasta para sus amistades más íntimas. Luego fue Presidencia quien lo filtró, y dejó a don Mario in puris naturalibus.