No ha tenido que pasar mucho tiempo desde que la delegada de la Fiscalía Anticorrupción en Santa Cruz de Tenerife, María Farnés Martínez, presentara la querella de Las Teresitas para que media Canarias conozca ya que en ese asunto hubo al menos un pelotazo de considerables dimensiones, además de un escándalo político que ya debío haber acabado fulminantemente con la carrera política de determinados individuos. Los informes del Banco de España, de la Intervención General del Estado, de Hacienda... el testimonio de la arquitecta Pía Oramas, del empresario Amid Achi, del testaferro de Inversiones Las Teresitas son elementos más que suficientes para una constatación social de que este escándalo no es, ni mucho menos, una conspiración del PSOE, de la Fiscalía y de los medios de comunicación de Las Palmas.