Lo pueden leer en nuestra edición de este martes: la Fiscalía, órgano que denunció a Carmelo Padrón por dar su opinión acerca del proceso en el que se vio injustamente involucrado durante años, no se constituyó este lunes para interrogar al denunciado. Un quince. Dicen en el Ministerio Público que no hay que alarmarse por ello, que los fiscales van y vienen, acuden o no a las vistas, vistillas, declaraciones, juicios y macrojuicios en función de una serie de resortes que el común de los mortales no estamos capacitados para entender. Pero seguimos escamados: el órgano que denuncia de oficio -¡de oficio!- no acude al Juzgado el día que es citado a declarar su denunciado. Muy bonito. Sólo se nos ocurre pensar que alguien ha cursado instrucciones precisas para que se dejen de tanta deriva y le metan mano a lo que realmente está provocando alarma social en Canarias. Y ése no es Carmelo Padrón, precisamente.