De modo oficioso podemos asegurar que a las tres de la tarde todavía estaba Miguel Zerolo en el interior del viejo edificio de la Audiencia Provincial de Las Palmas, sede del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, cuya Sala de lo Civil y Penal le investiga por varios presuntos delitos relacionados con la operación de Las Teresitas. Desde el Gabinete de Prensa del TSCJ nada se pudo hacer en beneficio de los periodistas y de esa transparencia de la que tanto presume ese tribunal y el Consejo General del Poder Judicial. Un portavoz autorizado indicó que la magistrada que instruye la causa, Carla Bellini, había dicho al jefe de prensa del TSJC que ella no habla con nadie de las actuaciones que están bajo secreto. Sobre todo si afectan a un amigo de Soria, añadimos nosotros con nuestra proverbial mala uva.