Ayer lo explicábamos aquí con toda la suavidad que pudimos, pero otros colegas fueron mucho más explícitos: los consejeros del Partido Popular no acudieron al almuerzo convocado por el presidente del Gobierno de Canarias por la presencia entre los invitados del director de este periódico. Hoy lo podemos confirmar plenamente. Se le plantaron, pero el presidente y su equipo se mantuvieron en sus trece, lo que sólo significa eso, un almuerzo, ni más ni menos. Ni crisis de gobierno ni deterioro de las relaciones personales. Pero conviene introducir un matiz importante para los que piensan que los desplantes del PP surgen desde el momento en que su caudillo, José Manuel Soria, denunció penalmente al director de CANARIAS AHORA por acusarle de haber dado sablazo en lo de La Favorita. La cosa viene de atrás.