Les sugerimos que permanezcan atentos a las noticias que puedan producirse acerca de decaimiento por inanición de numerosos expedientes sancionadores de la Dirección General de Consumo del Gobierno de Canarias por importe superior a los seis millones de euros. Se trata de sanciones perdonadas a grandes empresas de la Comunidad Autónoma, la mayoría del sector de la alimentación y la distribución, aunque hay alguna que otra firma de representaciones automovilísticas, dicho sea sin ánimo de señalar a ninguna en concreto. Los expedientes metidos en el cajón para no incordiar a tan dignos empresarios datan de la etapa de la consejera Marisa Tejedor, pero adquieren su máximo esplendor y número durante ese impresionante mandato de Luis Soria al frente de Industria, Comercio y Consumo. Vayan sumando: caso eólico, caso Tebeto y ahora, caso expedientes caídos en el olvido. Un consejero para olvidar, si no fuera porque es necesario que alguien asuma de una vez las responsabilidades de haberlo puesto y continuar defendiéndolo como una cuestión de sangre.