El famoso decreto de creación de la necesidad de cinco casinos se lo explican algunos expertos en el empeño de colocar uno en San Bartolomé de Tirajana y luego vestir al mono. En el lote, como saben, se incluye uno en Las Palmas de Gran Canaria, donde ya opera el del hotel Santa Catalina. Los operadores del sector se han puesto ya manos a la obra a ver dónde calzar un segundo casino, para lo cual, al menos tres, que nosotros sepamos, se han interesado por un local de unos 1.500 metros cuadrados que queda en el edificio Woermann, en la zona donde no muy tarde irá la expansión del frente marítimo interior de la ciudad. Los otros casinos irán para Corralejo, donde parece que el adjudicatario también tiene nombre y apellidos, y además habla inglés, y para Pájara, donde el adjudicatario se expresa en gallego y sabe un rato largo de fútbol. En el caso de Lanzarote, donde iría el quinto, las quinielas apuntan nuevamente a los Franco.