Las pruebas son más que evidentes: el PP en Canarias no quería el festival Womad y lo mató de inanición; frente a esta decisión se alza la de las autoridades extremeñas, todas del mismo partido, que no sólo han mantenido esta cita de primavera como la más importante en su calendario cultural, sino que la han reforzado incrementando sus presupuestos. Así lo recogía este mismo martes la prensa extremeña, que resaltaba el esfuerzo de la Junta de Extremadura, el Ayuntamiento y la Diputación de Cáceres, a través del Consorcio del Gran Teatro, un organismo equiparable en la capital grancanaria a la Fundación Teatro Pérez Galdós. Más de 357.000 euros se destinarán en 2014 a la cita con las músicas del mundo y los talleres y actividades paralelos que cada mes de mayo inunda la ciudad histórica de Cáceres, que cumplirá su edición número 23 con el respaldo indiscutible de las instituciones y de los ciudadanos, tanto en forma de público que abarrota las plazas y calles cacereñas como en forma de empresarios y comerciantes que valoran el retorno económico que un festival que ya consideran propio. Un ejemplo palmario de la alta rentabilidad de la cultura que en Las Palmas de Gran Canaria no se ha querido ver. Este martes se cumplieron veinte años de la primera edición del festival en la playa de Las Canteras.