La comunidad autónoma de Canarias sigue suspendiendo en un capítulo muy importante para ahondar en la sostenibilidad medioambiental de la región: la separación de residuos urbanos o municipales en origen para su más fácil reciclado o reutilización. Son los residuos conocidos por las siglas RSO (residuos sólidos urbanos). En esta materia, una vez más, el archipiélago sigue obteniendo muy mala calificación si se compara, por ejemplo, con el comportamiento medio que se da en España o en las comunidades autónomas más avanzadas en cultura del reciclado y la reutilización: Navarra, Cataluña, País Vasco…
Según los últimos registros oficiales servidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) pertenecientes a su Estadística sobre recogida y tratamiento de residuos (año 2023), Canarias acumuló en el periodo anual de análisis 1,27 millones de toneladas de RSO, de las que el 83% fueron residuos mezclados (depositados en contenedores de restos o para la llamada basura en masa) y solo el 17% restante se separó en origen, o sea, se introdujo convenientemente en los contenedores localizados con ese fin, que son comúnmente los de vidrio (verde), papel-cartón (azul) y envases, plásticos y briks (amarillo).
Ese resultado isleño para 2023, siempre según la fuente ya identificada, es todavía peor que el registro de 2021, cuando se dio el 82% de basura en masa o mezclada y el 18% de la separada en origen, aunque hay que decir que sí mejora, en solo dos puntos porcentuales, el valor relativo de los residuos separados en 2022, entonces en un pírrico 15%, por el 17% del último año con estadísticas, el mencionado 2023.
Canarias recogió y desvió a complejos ambientales y/o gestores autorizados en 2023 un total de 1,27 millones de toneladas de residuos urbanos o municipales, el principal meollo en la gestión integral de los residuos, lo que significó algo menos que los 1,3 millones del año anterior, en 2022.
Ahora bien, de esos 1,27 millones de toneladas de RSO, nada menos que el 83% llegó a los complejos ambientales para su tratamiento final, en algunos casos con derivación a las celdas de acumulación, los que no tienen opción de recuperación a su paso por las plantas todo a uno. Eso supuso, la basura mezclada, un peso de 1,05 millones de toneladas, por solo 220.000 toneladas con separación en origen, primero en casa y luego con depósito en los contenedores adecuados que se localizan con tal objetivo en la vía pública.
El resultado logrado por las islas es demasiado pobre o, si se prefiere, decepcionante, sobre todo si se compara con el comportamiento promedio nacional, algo mejor, en el que se observa que los residuos mezclados que son recogidos por los distintos gestores municipales o mancomunados alcanzan el 76% del total de RSO, lo que implica que el resto, el 24%, fueron residuos separados y depositados en origen.
Como se observa en las estadísticas, Canarias no llega a separar dos kilos de cada 10 que genera de basura doméstica, urbana o municipal (la que gestionan las corporaciones locales o sus uniones), mientras que la media nacional es de más de dos kilos de cada 10, con comunidades autónomas a años luz de la fotografía que el INE ofrece para el archipiélago.
Uno de esos casos es Cataluña, con el 57% de los residuos urbanos sacados del contenedor de restos y el 43% restante de los utilizados para la separación de RSO en origen. En la misma línea están País Vasco y Navarra, pero sobre todo esta última, donde la basura mezclada solo representa el 53% del total de la recogida municipal, por el 47% de residuos previamente separados.
Las comunidades autónomas que más residuos municipales recogieron durante el año 2023 fueron Andalucía (4,6 millones de toneladas), Cataluña (3,3 millones) y Comunitat Valenciana (2,7 millones), con Canarias en 1,27.
Según tipo de residuo, Cataluña registró la mayor cantidad de recogida absoluta en papel y cartón (409,1 miles de toneladas) y vidrio (199,8 miles de toneladas), mientras que Comunidad de Madrid destacó por la de envases mixtos (219,3 miles de toneladas). En términos per cápita (el calculado según la población residente publicada por el INE a 1 de julio de 2023), Illes Balears recogió la mayor cantidad de residuos por persona, con 661,4 kilogramos en 2023. En el lado opuesto, estuvo Comunidad de Madrid, con la cifra absoluta más baja: 378,6 kilogramos por año y habitante.
Caída nacional y canaria en generación de residuos
En toda España, las empresas gestoras de los residuos urbanos o municipales recogieron 22,4 millones de toneladas, el 3,1% menos que en 2022 (la misma dinámica de caída que en Canarias, aunque en las islas se reduce menos: el 2,3%). El total de RSO separados se elevó el 1,8%, hasta alcanzar los 5,4 millones de toneladas. La media del país en 2023 sobre recogida de RSO por habitante fue de 464,3 kilogramos al año, el 4,2% menos que en el año anterior.
Del total de residuos por persona y año, según datos medios del país, 353,1 kilogramos correspondieron a residuos mezclados y 111,2 a la recogida separada. Entre estos últimos, hubo 31,8 kilogramos de papel y cartón, 32,2 de residuos de animales y vegetales, y 19,3 de vidrio. Los residuos recogidos de forma separada de animales y vegetales aumentaron el 6% en 2023, y los de papel y cartón, el 1,8%. Por el contrario, el vidrio disminuyó el 5,5%.
Tal y como explica el INE, de manera que se interpreten bien los resultados de esta estadística, “la recogida de residuos municipales comprende los residuos domésticos y aquellos residuos comerciales o industriales similares a los anteriores que sean de competencia municipal y recogidos mediante contenedores municipales, puntos limpios u otros sistemas de recogida municipal. También se incluyen los residuos de la limpieza viaria y los residuos biodegradables de la limpieza de parques y jardines.