El arte de la bailaora Cristina Hoyos pisa el Cuyás
La bailaora Cristina Hoyos se retirará como vino, “despacito y al compás”, aunque los espectadores aún pueden disfrutar de su arte en sus cortas apariciones en Romancero gitano, del Ballet Flamenco de Andalucía, que rinde homenaje a Federico García Lorca.
Cristina Hoyos no quiere cerrarse las puertas con el anuncio de una retirada que después le impida aceptar pequeños papeles adecuados a su edad y experiencia, como la “vieja pagana” de Yedra, explicó.
En este caso, Romancero gitano, que se representa a partir del viernes en el Teatro Cuyás, lleva a los escenario ocho creaciones del poeta granadino y ella interpretará una parte de La reyerta y además bailará en la Pena negra.
Este espectáculo, que será el encargado de abrir la temporada, comenzará con el romance de La Luna Luna y Preciosa y La Luna, que se va a la orilla del mar y se deja envolver por el viento, interpretado por cinco bailarines, con lo que “ya se pueden imaginar cómo la envolverán”, apostilló Hoyos.
Reyerta, con una carga interpretativa que parece un enfrentamiento real, la Monja gitana, La casa infiel, Romance de la Guardia Civil y Pena de Negra, en la que interpreta a Soledad Montoya, completan el espectáculo, que cerrará con el conocido como “Verde que te quiero Verde”, que hará de hilo conductor de todo el espectáculo.
El bailarín Daniel Navarro, que interpretará el prendimiento y muerte de Camborio, aseguró que la obra está cargada de fuerza y pasión y recomendó acudir al teatro porque la puesta en escena es “impactante”.
Para ello, aparecerán en el escenario hasta 22 personas, el cuerpo de baile formado por 16 bailarines, más dos guitarras, un percusionista, dos cantaores y dos cantaoras.
Cristina Hoyos halagó la figura de Federico García Lorca y aseguró que es muy querido porque amaba las raíces andaluzas y, al mismo tiempo, la vanguardia, lo que le llevó a viajar a Nueva York.
La bailaora aseguró que en Andalucía hay mucha cantera y muchos nuevos valores que llenan salas en el extranjeros y en España no tiene repercusión.
Opina que, con los años, la evolución que siguen los artistas ha cambiado, pues si bien en su caso empezó a bailar y después estudió la técnica, en la actualidad los jóvenes primero se preparan y después vierten en “todo lo que llevan dentro”.
Cristina Hoyos, que dirige el Ballet Flamenco de Andalucía, explicó que, aparte de dar paso a los jóvenes en espectáculos como Romancero gitano, la intención de la compañía, que mantiene prácticamente el mismo cuerpo de baile hace tres años, es estudiar la posibilidad de crear un segundo ballet para gente aún más joven que actúe con más asiduidad aunque sea en foros no tan destacados.
El director del Teatro Cuyás, Gonzalo Ubani, celebró poder iniciar la temporada con esta obra y, si bien las presentaciones se hacen antes para dar a conocer el espectáculo y “vender entradas”, en esta ocasión no era necesario porque están prácticamente agotadas.