Briuates crujientes de pollo y almendras fritas

“La comida es todo; hacer de comer es todo”. Para Saida, cocinar es como salir de marcha, hasta el punto de que no concibe una fiesta si no es con una mesa bien repleta. Esta marroquí de 43 años, casada con un canario, y residente en Las Palmas de Gran Canaria desde los 21, se mete en una cocina y se siente viva: “Es como si estuviese bailando”. Lleva desde abril dando clases para la Fundación Habitáfrica, dentro del programa África en los Fogones, con el que se pretende sensibilizar a la población canaria a través de la gastronomía del continente.

Cuando habla de sus platos, al fin y al cabo, sus recuerdos, lo hace con delicadeza, como si no quisisese desviar la atención del aroma que desprenden las especias, entre dulces y picantonas, con las que adereza sus recetas, como la de los briuates crujientes de pollo y almendras fritas que propone este fin de semana para Los Fogones de Cahora. Cuida cada detalle, cada textura y sabor. “Cuando estoy haciendo algo, lo hago con todo el amor y todo mi cariño”, dice, procurando que la tensión no pase al tenedor: “Otras veces estoy cabreada o nerviosa y hago las cosas por hacerlas y no sale igual”.

Por eso, en este caso, Saida recomienda mimo y tiento y exactitud con los ingredientes. Esta mujer que lleva más de media vida dando vueltas desde que salió de Marrakech siendo adolescente “para trabajar”, asegura que “hay que adaptarse a lo que hay” en cada lugar que uno pisa. De allí se queda con imágenes que ahora también le resulta difícil encontrar en la Medina donde creció, “la fruta fresca, la verdura en mitad de la calle”. Concede que no es complicado preparar comida típica marroquí en Canarias. “Prácticamente no traemos nada de allí”, reconoce, “lo único que no me gusta es el agua”. Por eso, no muestra clemencia: “Tengo que tener todas las cosas”. Y, para esta receta, no son pocas.

LO QUE NECESITAS para preparar BRIUATES CRUJIENTES DE POLLO Y ALMENDRAS FRITAS

- Pollo

- Almendras

- Hojas de brick

- Agua de azahar

- Cebolla

- Huevos

- Mantequilla

- Aceite de oliva, sal y azúcar

- Cúrcuma, canela en polvo, jengibre y azafrán

Nivel de dificultad: Paciencia, mimo y “todo el amor y el cariño”

CÓMO PREPARARLO

Se pone en un caldero el pollo en trozos, con el agua, el aceite y la cebolla pelada y cortada en láminas. A fuego lento se dora unos 10 minutos. Se añaden las especias junto con dos cucharadas soperas de azúcar y media cucharadita de café de canela. Se deja cocer el pollo hasta que se quede con poco jugo. Se saca el pollo del caldero y se desmenuza en trozos pequeños.

Aparte, se baten los huevos y se añaden al caldo que quedó del pollo, se deja cocinar y luego se desmenuza y se mezcla con el pollo.

Por otro lado, la almendra se guisa para quitarle la piel, se seca con un paño y se pone a freír con aceite abundante. Se escurren en una servilleta y se pica muy fino. A medida que se va picando se va añadiendo el resto del azúcar y el resto de la canela. Se añade la mantequilla derretida y el agua de azahar, y se mezcla bien junto con el pollo creando así la masa.

Se corta el hojaldre brik en tiras de 4 cm de ancho. Con ayuda de una cuchara sopera se va poniendo el relleno en uno de los extremos de la tira y se va doblando en forma de triángulo. Al final se cierra con una mezcla un poco espesa de harina y agua. Para freír los briuates se puede utilizar la misma aceite con que se frió las almendras. Una vez fritos se dejan escurrir en papel absorbente.