Dámaso evoca a Visconti

Respaldada por la familia del inmortal director, cuya sobrina agradeció al Festival y a Pepe Dámaso este homenaje mediante una carta leída este jueves en público, la exposición, titulada Dámaso, estratigrafía viscontiana, está integrada por una quincena de cuadros que evocan diferentes películas del desaparecido cineasta en el centenario de su nacimiento, así como un retrato suyo. Retrato que, según confesó el propio Pepe Dámaso, supone para el artista grancanario cerrar el círculo de una relación de afinidad con Luchino Visconti que se inició más de treinta años atrás, cuando, en el año 1970, el director italiano adquirió una obra suya para su extensa colección personal.

La adquisición de un cuadro del grancanario fue posible porque un entonces mucho más joven Pepe Dámaso había sido seleccionado para figurar en el pabellón español de la 35 Bienal Internacional de Arte de Venecia. Allí se produjo “la maravilla” de que Visconti decidiera “acercarse y elegir, entre tantos autores, comprarme un cuadro”, relató el pintor, que dijo que, a partir de ese momento, nació un vínculo entre ambos creadores que siempre se ha mantenido vivo en su espíritu.

Después de aquello, “le vi rodar Muerte en Venecia, en la Plaza de San Marcos”, añadió Dámaso, que destacó que su afinidad con Visconti le llevó incluso, mucho tiempo atrás y cuando aquél ya había fallecido, a indagar sobre la suerte del cuadro suyo que adquiriera en 1970, del que la hermana del cineasta guardaba claro recuerdo.

“Un punto transversal donde convergen dos artes”

Desde ese sentimiento de cercanía es desde el que se ha concebido la exposición que se inaugura este jueves.

Para llevarla a cabo, “he elegido un cuadro por película, y el reto -dijo- estaba en que no quedara ilustrativa, que no perdiera los valores plásticos” pese al esfuerzo que implicaba “condensar una película en un cuadro”. “He ahí el reto”, apostilló.

Y agregó: “ahora, lo que me pregunto es qué hubiera dicho Visconti de todo esto”. Pregunta que el pintor se contestó a sí mismo acto seguido, declarando: “creo que le hubiera gustado, porque me compró un cuadro entonces y, ahora que estoy más maduro, yo creo que le habría gustado más”.

Avalan de algún modo su afirmación las palabras transmitidas por carta por los familiares de Visconti que han querido arropar su exposición, que, tras agradecer una iniciativa hecha “con tanto cariño y entusiasmo”, excusaron su ausencia en este homenaje, matizando: “estamos, de todos modos, presentes con nuestro corazón”.

El director del festival, Claudio Utrera, que expresó su satisfacción porque Dámaso, estratigrafía viscontiana, que calificó como “un punto transversal donde convergen dos artes, el cinematográfico y el pictórico”, permanecerá abierta después de acabar la semana de cine de la ciudad, programada del 16 al 24 de marzo, ya que no se clausurará hasta el 14 de abril.

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