El Grec mira a Oriente

BARCELONA, 14 (EUROPA PRESS)

El Festival Grec de Barcelona programará este año 65 espectáculos, en una edición protagonizada por los 15 montajes venidos de Japón, el país invitado, y que por primera vez inaugurará una mujer, la dramaturga Carme Portaceli, y que contará con valores seguros, como los cinco conciertos seguidos que ofrecerá Joan Manuel Serrat en el clásico Teatre Grec de Montjuïc.

El certamen se celebrará este año del 13 de junio al 1 de agosto, en parte para facilitar las sinergias con otro festival emblemático de la ciudad, el Sónar. Esa unión se materializará el 17 de junio con la instalación lumínica 'spectra[barcelona]', del artista visual Ryoji Ikeda, un gran chorro de luz blanca que se verá a varios kilómetros a la redonda y que apuntará hacia el protagonismo japonés.

Pero el festival se inaugurará cuatro días antes con una propuesta más clásica, la tragedia de Esquilo 'Prometeu', dirigida por Carme Portaceli, que se convertirá en la primera mujer en abrir el festival. El gran recinto al aire libre del Teatre Grec también acogerá otro texto histórico, 'L'Odissea', de Homero, protagonizada por Lluís Soler y con acompañamiento musical de Eduard Iniesta.

El director artístico del festival, Ricardo Swarzcer, explicó hoy en rueda de prensa que una de sus mayores ambiciones es reforzar la proyección internacional del certamen, y prueba de ello es 'Bolívar, fragmentos de un sueño', un “poema musical épico” de gran formato que firman Omar Porras, William Ospina y el Teatro Malandro y que servirá para conmemorar el bicentenario de las guerras por la independecia en América Latina.

JAPÓN, PROTAGONISTA

Después de visitar Reino Unido e Italia en los años anteriores, y para evitar “referencias eurocéntricas”, el certamen se fijará este año en Japón, con 15 propuestas contemporáneas “orientadas hacia la intimidad, la reflexion, de poco efectismo, pero al mimo tiempo de un gran refinamiento”, según Swarzcer.

Destacan dos propuestas que tendrán participación catalana: Cesc Gelabert bailará 'Ki' en el Teatre Lliure junto a dos japoneses; el intérprete de 'buto' Katsura Kan y el bailarín de danza contemporáneaTomohiko Tsujimoto, y Joan Ollé se atreverá con el teatro 'Nô' de Yukio Mishima dirigiendo a Montserrat Carulla y Enric Majó. No faltatán iconos de la cultura japonesa, como el milenario arte del ikebana, en el espectáculo de danza 'Shinbaï, le vol de l'âme'' y la ceremonia del té, que se podrá ver --y degustar-- en el Museu Picasso.

A pesar de la variedad de propuestas, el teatro catalán estará ampliamente representado. De los 21 montajes, 12 irán a cargo de directores catalanes: Oriol Broggi dirigirá 'Questi fantasmi', Julio Manrique se pondrá al frente de 'Coses que dèiem avui', Sergi Belbel hablará de fútbol en 'Fora de joc', y Josep Maria Mestres dirigirá a Carmen Machi en 'Almuerzo en casa de los Wittgenstein', entre otros.

Pero el teatro no será el único protagonista del Grec, ya que la programación de danza permitirá ver 12 espectáculos, entre ellos los muy aplaudidos 'Dunas', en el que árabes y flamencos se unen de la mano de la bailaora María Pagés y Sidi Larbi Cherkaoui, y 'Lluvia', una propuesta intimista de la también bailaora Eva Yerbabuena recientemente premiada en los Max.

SERRAT CANTA A MIGUEL HERNÁNDEZ

Joan Manuel Serrat cantará a Miguel Hernández durante cinco noches seguidas --del 5 al 9 de julio-- en el Teatre Grec, un escenario por el que también pasarán Corinne Bailey Rae, Miguel Poveda, con sus 'Coplas del querer', y Estrella Morente, que junto a la narración del actor Jordi Dauder y a la Orquestra de Cadaquès interpretará los 'Poèmes d'amour' de Isaac Albéniz y 'El amor brujo' de Manuel de Falla.

El Grec de este año costará 4,4 millones de euros --lo mismo que en 2009--, de los cuales 1,5 se dedican a las producciones locales, 200.000 euros más que en la pasada edición. El certamen mantendrá además una política de precios ajustada que permitirá comprar entradas con un 50% de descuento el mismo día del espectáculo, en las tres horas previas a la función. El objetivo, según Szwarcer, es alcanzar “la máxima diversidad de públicos”, y poder repetir la cifra de 80.000 espectadores de 2009.