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El músico Gustavo Díaz Jerez lleva el mundo aborigen canario a la obra 'Maghek'

Imagen de archivo.

Efe

Santa Cruz de Tenerife —

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El músico Gustavo Díaz Jerez ha grabado con la Royal Scottish National Orchestra en Glasgow siete obras bajo la denominación Maghek, término con el que los aborígenes canarios se referían al dios Sol, y que durante casi dos horas y media resuena en música inspirada en las Islas Canarias. Cada obra está basada en la toponimia o mitología aborigen canaria: Ymarxa (Tenerife), Chigaday (La Gomera), Ayssuragan (La Palma), Aranfaybo (El Hierro), Azaenegue (Gran Canaria), Erbane (Fuerteventura), y Guanapay (Lanzarote), indica el gabinete de prensa del compositor en un comunicado.

“Este es un proyecto sin parangón en la historia musical de Canarias. Nunca antes se había llevado a cabo una obra orquestal de tal duración. Me he inspirado en los sonidos de Canarias: mar, viento, el sonido agreste, que evocan el paisaje volcánico, que es muy rugoso. Estos sonidos los trato de evocar en la textura orquestal”, afirma Gustavo Díaz Jerez.

Cada isla tiene su peculiaridad, por ejemplo Fuerteventura, al ser una isla más llana, predomina más el viento y Gran Canaria o Tenerife, que son más montañosas poseen una sonoridad más acorde a su orografía, añade. En Lanzarote, que es muy volcánica, el pianista se pone unos guantes para hacer clusters imitando ríos de lava. Luego, hay muchos elementos en común de mi lenguaje compositivo“, apunta el intérprete y compositor tinerfeño.

Para Chigaday grabó el mar en La Gomera y con esa grabación intentó a través de la percusión y efectos en los instrumentos de vientos metal recrear ese sonido, añade. Ymarxa (Tenerife), de 20 minutos, hace alusión a un lugar que actualmente se corresponde con La Esperanza y donde en época prehispánica existió una laguna que era lugar de culto para los guanches.

Ayssuragan (La Palma), que dura 25 minutos, es un poema sinfónico compuesto para el clarinetista Cristo Barrios, en el que la parte orquestal juega un papel primordial.

Mientras que Aranfaybo (El Hierro), que se estrenó en Zagreb (Croacia), en 2008, dentro de una gira de diez conciertos en nueve países europeos.

Azaenegue (Gran Canaria), de 23 minutos, comienza con juego de sonoridades puntillistas entre la percusión y el arpa, combinadas con un fondo de armónicos naturales. Asimismo, Erbane (Fuerteventura), emplea texturas orquestales que reflejan los elementos naturales que caracterizan la isla: el susurro del viento, el ruido de las olas o el sonido de aves marinas.

Por último, Guanapay (Lanzarote), de 25 minutos de duración, está escrita para el pianista Ricardo Descalzo, uno de los máximos exponentes de la música clásica española. La grabación del doble CD, que ha sido dirigida por Eduardo Portal, cuenta con el patrocinio del Gobierno de Canarias, cabildos de Tenerife y de Gran Canaria y Fundación BBVA, y estará disponible en febrero de 2020.

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