'4 Luni, 3 saptamini si 2 zile' se lleva a Rumanía la Palma de Oro

Al final se hicieron buenos los pronósticos y el 60 Festival de Cannes coronó este domingo con la Palma de Oro a la tan modesta como magnífica cinta rumana 4 luni, 3 saptamini si 2 zile, de Cristian Mungiu, mientras Carlos Reygadas se llevó a México un Premio del Jurado por su Stellet licht.

Favorita desde el comienzo para gran parte de la crítica, sobre la cinta de Mungiu pesaba la duda de si el festival más famoso del mundo tendría la valentía de optar por un desconocido para alzarlo al Olimpo, y además en una edición tan especial como la de este año.

“Esta Palma de Oro es una buena noticia para la pequeña cinematografía de un pequeño país”, declaró Mungiu al recoger de manos de Jane Fonda el premio por esta historia sobre dos mujeres implicadas en un aborto clandestino en la Rumanía comunista, cuyo título podría traducirse como Cuatro meses, tres semanas y dos días.

Mungiu (1968), ex profesor y periodista que debutó como director con Occident (2002), se llevó la máxima gloria en una noche muy generosa en galardones, dado que el jurado presidido por el director británico Stephen Frears no sólo concedió varios ex aequo, sino además uno por sorpresa, el premio 60 Aniversario.

Este último, además, no sólo fue noticia por anunciarse en el último momento, sino por su ganador, el estadounidense Gus Van Sant, ganador de una Palma de Oro por Elephant hace cuatro años y que ahora tuvo una muy tibia acogida con Paranoid Park.

Mucho menos sorprendente fue que finalmente se llevaran compartido el Premio del Jurado dos cintas muy aptas para este galardón: Stellet licht (Luz silenciosa), del mexicano Carlos Reygadas, y la francesa Persepolis, de Marjani Satrapi y Vincent Paronnaud.

Reygadas, que con este filme deudor del mejor cine de Carl Theodor Dreyer narra una historia de amor en una comunidad menonita, redondea su buena racha en Cannes, tras aspirar al máximo premio en 2005 con Batalla en el cielo y llevarse una mención especial a la Cámara de Oro en 2002 con Japón.

El éxito mexicano no se quedó ahí, pues su compatriota Elisa Miller se llevó con Ver llover el premio al mejor cortometraje, categoría en la que recibieron mención especial el neozelandés Run, de Mark Albiston, y a Ah Ma, de Anthony Chen.

El Gran Premio para la japonesa Mogari no moriMogari no mori

Tampoco fallaron los pronósticos que apuntaban a algún reconocimiento para la japonesa Mogari no mori, de Naomi Kawase, que se llevó el Gran Premio por esta hermosa y profunda película que transcurre en gran parte en un bosque y titulada en inglés The Mourning Forest.

Y también habría sido raro que se fuese con las manos vacías el pintor y cineasta estadounidense Julian Schnabel, ganador del premio al mejor director por su primer filme en francés, Le scaphandre et le papillon, una deslumbrante adaptación del libro homónimo de Jean-Dominique Bauby.

Bauby, quien a causa de una embolia quedó paralizado hasta el punto de sólo poder comunicarse guiñando un ojo, logró a pesar de ello escribir su obra, cuya adaptación a la pantalla ha servido para reconocer el talento de Schnabel, responsable de que el español Javier Bardem optara al Oscar por Antes que anochezca (2000).

Precisamente Bardem, gracias a su papel de asesino en la cinta de los hermanos Coen No Country for Old Men, sonaba hasta este mismo domingo como firme candidato al premio al mejor actor en Cannes, que se acabó llevando el ruso Konstantin Lavronenko por Izgnanie.

El director de esa cinta, el también ruso Andrei Zviaguintsev, recogió el premio en nombre del actor, que no pudo acudir a la ceremonia.

El jurado volvió a hacer bueno el pronóstico con el reconocimiento como mejor actriz de la surcoreana Do-yeon Jeon por su papel de madre que vive una profunda transformación espiritual en Secret Sunshine, de Lee Chang-dong.

Quien sí vio reducidas las expectativas fue el cineasta alemán de origen turco Fatih Akin, ganador hace cuatro años del Oso de Oro en Berlín con Gegen die Wand (Contra la pared) que ahora tuvo que conformarse con el premio al mejor guión en Cannes por Auf der Anderen Seite, una historia a caballo entre Alemania y Turquía que también dirigió.

Por último, el premio Cámara de Oro a la mejor ópera prima vista en el Festival tanto en secciones oficiales como paralelas fue a parar a la israelí Meduzot, de Etgar Keret y Shira Geffen, con mención especial a Control, del holandés Anton Corbjin.

Una noche, pues, de premios muy repartidos que hizo buena las palabras de Jane Fonda al presentar la Palma de Oro: “Aquí cineastas de todos los horizontes pueden expresarse, el Festival nos ofrece ese maravilloso regalo desde hace sesenta años y deseo que siga mucho tiempo”.

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