El último eslabón de la Generación del 27
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
'Pepín Bello. Preferiría no hacerlo' es el título de un documental sobre la figura de Pepín Bello, el último “eslabón” de la Generación del 27, “dandi sin dinero”, “hombre esponja”, “dador de ideas” y aglutinador de la amistad que unió a Lorca, Dalí, Buñuel y Alberti.
Producida por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones y dirigida por Javier Rioyo, la cinta, recorre la trayectoria vital de Pepín Bello, a través de su propio testimonio y de los recuerdos de sus familiares y amigos.
La realización de este documental, que se emitirá próximamente en TVE, se enmarca en el programa de actividades de la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales para recordar el Centenario de la Residencia de Estudiantes.
Para Javier Rioyo, Pepín Bello (Huesca, 1904-Madrid, 2008) fue “dador de ideas y de historias”, amigo íntimo de Luis Buñuel, Lorca y Dalí, quien representó una “manera elegante de estar en el mundo sin hacer nada” y “vivir sin riqueza, alimentando su inteligencia”.
José Bello --Pepín para casi todos, casi siempre-- vivió y creció en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a Luis Buñuel, Federico García Lorca y Salvador Dalí. Estudiante sin demasiada aplicación, pero dotado de una gran simpatía personal, Bello inspiró aquellos juegos poéticos llamados anaglifos y fue motor de algunas de las ideas de la película 'El perro andaluz' de Luis Buñuel.
En este sentido, el documental muestra la estrecha relación de Bello con los personajes más interesantes de la vida cultural española de los últimos cien años.
HISTORIAS COTIDIANAS Y RECUERDOS
Amigos y familiares de Pepín Bello como José García-Velasco, María Asquerino, Antonio Garrigues Walter, Elvira González, Alicia Gómez-Navarro, y Ricardo Lapetra, y algunos conocedores y expertos de la figura de Pepin - como Ian Gibson, Andrés Soria o Enrique Vila-Matas- desgranan las historias cotidianas del homenajeado, rememoran sus bromas y sus primeros y últimos recuerdos.
En este sentido, José García-Velasco, ex presidente de la SECC, amigo personal de Pepín Bello y comisario del centenario de la Residencia de Estudiantes, subrayó el “testimonio” y la “trasmisión” de las vivencias de Bello en relación con los principales protagonistas de la edad de Plata, gracias a la gran longevidad de Bello, ya que murió a los 103 años.
En esta misma línea, García Velasco destacó su “memoria extraordinaria”, su “gran cultura humanística” y recordó cómo ofrecia versiones de los hechos “a veces diferentes, incluso algunas, totalmente contradictorias”.
“Era una persona con fundamento, pero también era un vividor”, reconoció García-Velasco, quien se mostró “dolido” por la ligereza con la que algunos libros y entrevistas han abordado la figura de Pepín Bello.
La llegada de la Guerra Civil, la muerte de su hermano, o el asesinato de García Lorca, condujeron a Pepín Bello a un exilio interior que terminó a finales de los años 50.
Y después de algún negocio familiar de escasa productividad --por ejemplo, la explotación del llamado “mouton dorée”-- consiguió recuperar la amistad de algunos intelectuales o escritores que seguían en España como Santiago Ontañón, Dámaso Alonso ó Vicente Aleixandre.
Asimismo y según explicó Javier Rioyo, con los Garrigues propulsó otro de sus fallidos negocios, el primer cine para coches de España, cerrado después de dos sesiones tanto por ser “sospechoso para el franquismo” por las 'actividades' que se podían realizar dentro de los vehículos, como por la escasez de coches en España en aquel momento.
Con el tiempo y cuando sus amigos del exilio pudieron ir regresando, de manera circunstancial como Luis Buñuel, o de forma definitiva como José Bergamín o, mucho más tarde, Rafael Alberti, recuperaron la amistad y la cercanía de Pepín Bello.
El documental se estrenará esta tarde en la Residencia de Estudiantes en un acto en el que participarán Antonio Garrigues Walker y Roman Gubern.