CCOO insta a sus militantes a usar agresivas técnicas de propaganda
En la circular, de carácter confidencial, a la que ha tenido acceso este diario, se dan instrucciones acerca de la contrapropaganda, que implica para esta Federación de CCOO cuatro apartados: desmantelar la propaganda del adversario, atacar al adversario, ocupar el terreno y la contra-contrapropaganda.
En el primer punto, el desmantelamiento de la propaganda del adversario, se señala que éste también construye campañas de contrapropaganda y que para desmontar las campañas de otros sindicatos hay que clasificar sus temas por orden de importancia, estudiar sus métodos, intentar descubrir las contradicciones de su campaña y comenzar el contraataque.
Para atacar lo que se consideren puntos débiles en una coalición de adversarios, en la circular se propone “atacar al aliado más débil” y “destruirlo”. Cuando la acción de propaganda del adversario es muy fuerte, se insta a los militantes y simpatizantes a no atacar directamente. “Siempre hay que partir de la opinión o del punto de vista básico del grupo, de la masa o del adversario”, se afirma en el texto.
Atacar a los socialistas
“Los socialistas. Atacad a sus líderes y dirigentes. Contad detalladamente cómo están divididos entre ellos. Remarcar las diferencias que hay entre lo que dicen y lo que hacen. Para los obreros, 'los socialistas' son quizás unas personas muy concretas, por ejemplo los delegados Pedro y Pablo, que sean gente muy simpática. En este caso, no los ataquéis, apuntad más arriba para disparar”, se indica en la circular.
Se sugiere a los militantes y simpatizantes de CCOO que orienten sus ataques “contra ciertas situaciones incontrolables entre ellos. Atacad los hechos. Debéis atacar al adversario de forma muy indirecta (transmisión sistemática de oreja a oreja). Vuestra propaganda propia debe ser positiva. No debéis publicar nunca, por ejemplo, octavillas contra ellos. Sin embargo, lanzad vuestros ataques en discusiones informales en el bar o en el puesto de trabajo. Así, de pasada, como si nada?y volved a convertiros inmediatamente en positivos para que se note el contraste. Meted la pulga en la oreja ajena, pero dejad que sea la gente la que asimile. Tendrá entonces la impresión de haber sacado ella misma las conclusiones”.
En las instrucciones, se añade que no hay que calumniar al adversario, sino “hacer que se dude de él, que se sospeche de él. Tener el cuidado de hacerlo de forma que la calumnia no se vuelva contra vosotros y que quien os escuche llegue a la conclusión de que se trata de un hombre o una mujer muy repugnante”.
En el segundo apartado, Atacad al adversario, se afirma: “Ridiculizadlo, imitad su estilo y sus argumentos. Contad chistes de ellos. Burlaos de ellos. Es un recurso de los débiles, pero puede ser muy eficaz”.
En el tercero, Ocupad el terreno, las instrucciones son impedir que el adversario actúe solo en ningún sitio porque “si el adversario está solo en alguna parte, da la impresión de ostentar él solo el poder. Por tanto, se debe estar presente en todas partes. Estudiad todos los movimientos del adversario. Intentad rebasarlo en todas partes”.
El último apartado de la primera parte de la circular supone la observación de las reacciones del adversario “hacia vosotros. Discutid y estudiad qué contrapropaganda y buscad la manera de desviarle. Por ejemplo, si el adversario os ridiculiza, vuestra respuesta debe ser a través de la transmisión sistemática de oreja a oreja que quienes ridiculizan no tienen poder, porque es el arma de los débiles”.
