El director del MEDE no espera una petición inmediata de rescate de España
BERLÍN, 10 (EUROPA PRESS)
El director del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, destacó que no espera una petición inmediata de ayuda de España a sus socios europeos, ya que el país considera que, tras el descenso de los intereses después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciara su programa de compra de deuda, no necesita recurrir al rescate.
“Depende del Gobierno en Madrid y de la evolución de los mercados. Los intereses en los mercados de capitales han caído en España, por lo que el país no piensa actualmente que necesite recibir ayuda”, señaló Regling en una declaraciones al semanario alemán 'Die Zeit'.
Asimismo, Regling también mostró su confianza en que la crisis de deuda de la eurozona pueda superarse y cree que la fase de los ajustes en materia fiscal está avanzando y podría concluir en un par de años.
“En términos de consolidación fiscal y de recuperación de la competitividad estamos en la mitad del camino. Si continúan las reformas, esta parte del ajuste se realizará en dos años”, aseguró.
En esta línea, incidió en que es un error decir que no se han realizado progresos, ya que en países como Irlanda, España o Portugal está aumentando la competitividad y está descendiendo el déficit presupuestario. Así, añadió que incluso Grecia ha registrado un pequeño superávit por cuenta corriente por primera vez desde mayo de 2010.
Regling añadió que en su última visita a Asia hace tres semanas los inversores le transmitieron que eran menos pesimistas que hace seis meses, lo que indica que se ha ido comprendiendo que se han hecho muchas cosas tanto a nivel nacional como europeo y que se han puesto en marcha nuevas herramientas.
Por otro lado, mostró su confianza en que Grecia pueda superar sus problemas y recalcó que, si se implementan las reformas estructurales, podrá registrarse un repunte en el crecimiento. Además, incidió en que no cree que sea “absolutamente necesario” una nueva quita de la deuda griega.
Respecto al papel del Banco Central Europeo (BCE), Regling se opuso a las críticas vertidas en Alemania contra su último programa de compra de deuda, en las que se argumenta que estas medidas ponen en riesgo la independencia de la institución, ya que considera que “no son muy convincentes”.