Iberia no ve con buenos ojos que el nuevo modelo de AENA mantenga el concepto de red
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El presidente de Iberia, Antonio Vázquez, mostró este martes su preocupación porque el nuevo modelo de AENA mantenga el concepto de red, que en otros países no existe, ya que aunque 47 aeropuertos “son una barbaridad” y no deben ser las aerolíneas las que financien con las tasas aeroportuarias aquellos que “no son rentables”.
“No me gustaría que de los ingresos en Madrid-Barajas salgan los subsidios para otros aeropuertos porque no sé si el estímulo debe venir de las compañías. Si vale la pena su desarrollo no debe debe haber otras fuentes de financiación”, afirmó durante su intervención ante la Comisión de Industria, Turismo y Comercio en el Congreso de los Diputados.
Aunque evitó considerar si la gestión de un aeropuerto con el nuevo modelo debe ser público o privado, aseguró que para Iberia el nuevo modelo debe propiciar que funcionen “estupendamente y al menor coste posible”, para lo que hay ejemplos en ambos casos.
Sobre las concesiones en Barajas y El Prat igualmente indicó que Iberia no tiene nada que decir más haya de que “se haga bien y los costes no se vayan”.
No obstante, Vázquez recordó que además de la extensa red de aeropuertos existe un AVE que opera en red, que además conecta con pequeñas redes en otras zonas, por lo que la situación de competencia es “bastante complicada”.
En este sentido, se refirió también al aumento “notable” de las tasas aéreas, que tras la rebaja del 7,5% en las de navegación, y el aumento de las tasas aeroportuarias --con una subida del 17% en Madrid Barajas y del 11,4% en Barcelona-El Prat--, arrojan un incremento medio de las tasas del 8,8% para Iberia este año.
“Es cierto que en España las tasas de Navegación eran las más caras de Europa y se han reducido un 7,5% este año, pero siguen siendo de las más caras, las terceras más altas según Eurocontrol”, explicó.
Para Vázquez debe haber “un equilibrio”, que le corresponde al gestor aeroportuario, entre mantener el máximo volumen de ventas y la eficiencia, por lo que un crecimiento “desorbitado” de las tasas afectará a la competitividad de aerolíneas y aeropuertos.
“Nos preocupa que cuanto mayores sean las perspectivas de tasas por parte de los concesionarios privados, es decir, cuanto más nos cueste a las aerolíneas, mayores ingresos se generarán”, insistió.
El presidente de Iberia indicó que la aerolínea ya ha trasladado esta preocupación a las autoridades competentes por que “no se trata de un juego de pan para hoy y hambre para mañana”. Como ejempló recordó el caso de Turquía que redujo sus tasas y ha incrementado su tráfico.
“OJO A LOS TRÁFICOS ARTIFICIALES”
Vázquez también llamó la atención sobre los “tráficos artificiales” que vienen de la mano de subsidios públicos o privados, porque cuando la ayuda desaparece la aerolínea se va, en clara referencia a Ryanair. “No existe ningún caso en el que desaparecido el subsidio el compañía crezca con velocidad de crucero”, apuntó.
En esta línea y como reflexión aplicable a todo el sector turístico llamó a la cautela a la hora de gestionar subsidios para activar la demanda y apostó en cambio por aprovechar las alegrías que está viviendo ahora el turismo para reforzar la oferta en materia de inversión y promoción y no tanto en servicios.
Para Iberia el turismo necesita “buscar, trabajar y promover nuevos yacimientos turísticos procedentes de mercados emergentes ”donde haya peces que pescar“ y donde el nivel gasto por turista es más elevado, tales como Latinoamérica, donde Brasil creció un 52%; Rusia (+26%) y China (+17%) ,y mantener al mismo tiempo el crecimiento en los tradicionales.
Así, destacó la magnífica posibilidad de crecimiento en Latinoamérica, más lenta en Asia, y más fuerte en EE.UU., un mercado que ha repuntado en un año donde el dólar está particularmente débil.
Según Vázquez, el 53% de los pasajeros de iberia son pasajeros en conexión y en el largo radio alcanza el 70%. De hecho el 31,3% de los usuarios de los vuelos de largo radio se queda en Madrid, frente al 44% que conectan con otros destinos de España y Europa y el 24% que lo hace con otros destinos. Por eso Iberia está volcada con el largo radio.
El presidente de Iberia también hizo referencia a los precios “infinitamente más bajos que hace unos años”, lo que es un “drama” para las compañías que operen en red y que están “sangrando en el medio y corto radio”.
El 67% de la demanda Iberia corresponde al largo radio, el 21,9% al medio radio y el 11,15% al mercado doméstico, por ingresos el peso es del 55,3%, el 25,4% y el 19,3%, respectivamente.
EL AVE A BARAJAS: “UNA OBSESIÓN”
Por otro lado, Vázquez aseguró que para Iberia “es un obsesión” que el AVE llegue a Barajas, a la T4 donde se ubica el hub, ya que la posibilidad de interconectar tren+avión permitirá a Iberia convertirse en “un gran soporte” de desplazamiento para el corto y medio radio en AVE y de largo radio en avión, poniendo en valor las dos grandes inversiones realizadas tanto en el aeropuerto como en la Alta Velocidad.
Para ello, Iberia trabaja “codo con codo” con Fomento. “Somos absolutamente partidarios y estamos empujando más que nadie, porque queremos jugar en la primera división”, subrayó para añadir que no se trata solo de hacer grandes inversiones sino de llevar a “su máxima expresión” las ya existentes.
“Tengo muy claro intermodalidad no es un ramal de Cercanías que una Atocha con Barajas, ni aprovechar para que desde Chamartín se pueda ir a Barajas, sino que se una Málaga con Barajas”, argumentó.
Para apoyar al desarrollo de su largo radio confió en poder lograr un “potencializador” en Barajas, tal y como lo ha hecho en El Prat con Vueling o en Valencia con Air Nostrum.
Vázquez aprovechó también su intervención para lamentar que se siga pensando que las compañías aéreas son las últimas que dan la cara frente al pasajeros cuando no tienen culpa ni de las cenizas volcánicas ni de los problemas con los controladores. “Frente a ello, todos somos solidarios, pero cuando el problema ha pasado todos miran al cielo”, apuntó.
Al respecto, Iberia abogó por una evolución de la normativa sobre los derechos de los consumidores y que se dé cuenta de cómo las aerolíneas afrontan estos problemas en función de su posición en la cadena de valor al cliente.