Gran Canaria eleva al pleno un planeamiento que excluye al gas
El Cabildo de Gran Canaria excluye el gas como método de producción energética del Plan Insular de Ordenación (PIO) de la isla, texto en el que se recogen los planes de Chira-Soria, los saltos de agua de La Aldea y el apoyo a más parques eólicos, y que será elevado al próximo pleno insular.
En un comunicado, la consejera de Política Territorial, Inés Miranda, especifica que la medida es una de las modificaciones sustanciales recogidas en el PIO, un texto que ha sufrido cambios significativos respecto al que fuera aprobado de forma inicial en el anterior mandato.
Tras la Comisión de Pleno celebrada este jueves, la consejera precisó que “no se trata de una segunda aprobación inicial”, ya que no ha habido alteración en el modelo o la estructura que presentaba el plan antes de su fase de exposición pública, sino de una adaptación al haber sido consideradas la mayor parte de las alegaciones planteadas, las sentencias que han creado jurisprudencia y la nueva legislación aprobada en este periodo y que afectan de manera directa al plan.
Miranda apostilló que el Cabildo “tiene derecho a incluir en el PIO el modelo energético que considere idóneo” para Gran Canaria y que “en ningún caso será el del gas”, que de esta forma queda excluido por completo del planeamiento insular.
Otra de las modificaciones sustanciales que debatirán los consejeros en el pleno incluye una nueva definición de las zonas dedicadas a la actividad agropecuaria, en consonancia con la apuesta del Cabildo por la Soberanía Alimentaria, por lo que las zonas destinadas a la actividad del sector primario quedan ampliadas.
Al delimitar mayor espacio para cultivos y ganadería, tanto intensiva como extensiva, el plan deriva hacia una nueva normativa y un renovado cuadro de usos que suponen una novedad de suficiente calado como para conllevar la apertura de un nuevo plazo de exposición a la ciudadanía, que podrá presentar alegaciones.
Otra de las modificaciones sustanciales consiste en la mayor atención que el planeamiento hace de las zonas periféricas de las ciudades y núcleos urbanos, emplazamientos que hasta ahora han estado repletos de actividades residuales, pero que adquieren un valor destacado como espacios de respiro para las urbes.
Asimismo, prosiguió la consejera, el texto propuesto recoge la mayor sensibilidad que el Cabildo reconoce hacia 16 áreas de alta fragilidad, tanto en el interior como en el litoral de Gran Canaria, con medidas específicas para cada zona que atienden a sus características con el objetivo de garantizar su conservación.