El Dalai Lama considera su liderazgo obsoleto
DHARAMSALA (INDIA), 17 (Reuters/EP)
El Dalai Lama señaló este jueves que su liderazgo está tan obsoleto como una monarquía e insistió en que renunciaría mantener los cuatro siglos de tradición permaneciendo en el poder.
El líder espiritual tibetano anunció la semana pasada que cederá el poder político que ostenta como jefe de las autoridades tibetanas a un primer ministro electo, en un movimiento que denota la transformación del Gobierno formado en el exilio en una institución más firme frente a la presión china.
Sin embargo, muchos líderes tibetanos exiliados se han opuesto a delegar su poder, temerosos de que el movimiento pueda desvanecerse sin la influencia de una celebridad mundial adorada por las estrellas de Hollywood y los aproximadamente seis millones de ciudadanos tibetanos.
“El gobierno de los líderes espirituales, el gobierno de los reyes o rajas se ha quedado desfasado”, indicó en una rueda de prensa el decimocuarto Dalai Lama, Tenzin Gyatso, quien ha reclamado reformas democráticas desde la década de 1960. “No quiero ser como (Hosni) Mubarak”, señaló.
El Dalai Lama, de 75 años, anunció este jueves que renunciará a ser jefe de Estado y de administración, poniendo fin a un liderazgo espiritual y político que data desde 1642.
El Parlamento formado en el exilio tiene que aprobar la decisión por mayoría de dos tercios en medio de la preocupación de la oposición que cree que se puede llegar a un estancamiento constitucional.
El Dalai Lama explicó que su liderazgo “está desfasado” y agregó que su decisión “es a largo plazo. ”Ahora (los parlamentarios) van a asumir toda la responsabilidad. Si realmente atraviesan dificultades, yo estoy disponible“, expresó.
NUEVAS ELECCIONES
Los tibetanos elegirán el próximo 20 de marzo como nuevo primer ministro a uno de los tres candidatos seculares que se enfrentarán por suceder las más de cinco décadas del Dalai Lama como jefe del Gobierno tibetano en el exilio.
El objetivo de los comicios es elegir a un líder electo, joven y secular que aseste un duro golpe simbólico a las intenciones de China de gobernar la región y que fortalezca la posición global del movimiento.
“El Gobierno chino sostiene constantemente que no existe el problema tibetano, que el único problema es el Dalai Lama”, indicó el todavía jefe de Gobierno.
Los dos principales contendientes han insinuado que podrían ir más allá de la “vía intermedia” política del Dalai Lama para negociar una cierta autonomía de China. Una generación más joven criticó al Dalai Lama por no conseguir resultados a pesar de la revolución contra el dominio chino de 2008 en la que al menos murieron 19 personas.
“En cuanto a la lucha legítima del Tíbet, estoy totalmente comprometido como tibetano, cada tibetano tiene una responsabilidad. Por lo tanto, vamos a acarrear toda la responsabilidad y yo me quedo fuera del Gobierno”, agregó.
“Volveré al camino puramente espiritual de los cuatro anteriores Dalai Lamas”, indicó, aunque puntualizó que si algún día requieren sus “sugerencias o puntos de vista”, estará “preparado si están dispuestos a escucharlas”.