Los demócratas retoman el control del Congreso en Estados Unidos
La 110 sesión del Legislativo estadounidense marca un hito en la historia del país, ya que la demócrata Nancy Pelosi se convirtió este jueves en la primera presidenta de la Cámara de Representantes, mientras que los hispanos y las mujeres adquieren mayores cuotas de poder. “Hoy hacemos historia. Hoy cambiamos el rumbo de nuestro país”, dijo Pelosi, quien ahora ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión presidencial, después del vicepresidente Dick Cheney.
Los comicios legislativos de 2006 fueron “un llamamiento a un cambio, no sólo en el control del Congreso sino por un nuevo rumbo para nuestro país”, argumentó Pelosi. La nueva presidenta, cuyo partido hizo campaña a favor de una retirada paulatina de las tropas en Irak, agregó que “el pueblo estadounidense rechazó un compromiso para una guerra sin fin”.
Tanto Pelosi como el líder de la nueva mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, reiteraron su compromiso por trabajar de forma bipartidista en el Congreso.
Escándalos por corrupción
Los demócratas recuperaron la hegemonía del Congreso en los comicios del pasado 7 de noviembre, debido en parte al descontento popular por la guerra en Irak y la serie de escándalos por corrupción que involucraron principalmente a los republicanos. De ahí que, en las primeras 100 horas del Congreso, que en principio comenzarán el martes próximo, los demócratas someterán a votación una ley que pretende reducir la influencia de los grupos de presión.
La agenda que promoverán en los próximos días los demócratas también incluye la flexibilización de las investigaciones científicas con células madre embrionarias y un aumento del salario mínimo, dos asuntos a los que se oponen los republicanos y que con seguridad generarán agrios debates. Además, los demócratas también han prometido retomar el tema de la reforma migratoria, que quedó estancando en el Congreso en medio de una pugna partidista.
Sin fecha precisa aún, se prevé que el nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, acuda a una audiencia en el Senado la semana próxima para analizar las condiciones sobre el terreno en Irak. Aunque los demócratas no anticipan grandes trabas para la aprobación de sus iniciativas en la Cámara Baja -allí lograron 16 escaños adicionales-, en el Senado tienen la mayoría por tan sólo un escaño, por lo que requerirán del apoyo de los republicanos para impulsar sus proyectos.
Pero la luna de miel de la que ahora gozan Pelosi y sus colegas durará poco, a juzgar por los ataques que han comenzado a lanzar varios congresistas republicanos. En la 110 legislatura, los hispanos tendrán mayores papeles de liderazgo, entre ellos el mexicoamericano Silvestre Reyes, que este jueves asumirá la presidencia del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja.
En los corredores del Congreso, el ambiente era de fiesta, con la presencia de legisladores con sus esposas, hijos y nietos, y la participación de famosos como el actor Richard Gere. El ex presidente Bill Clinton, esposo de la senadora demócrata Hillary Clinton -posible candidata presidencial para 2008- bromeó con los periodistas pero evadió preguntas sobre si le atrae la idea de regresar a la Casa Blanca.
A unos cuantos metros del Capitolio, centenares de manifestantes, liderados por la pacifista Cindy Sheehan, exigían el fin de la guerra en Irak y un juicio político contra el presidente George W. Bush. Decenas de ellos lucían capuchas negras y uniformes de prisionero color naranja, para protestar por la detención indefinida de centenares de extranjeros en la base de EEUU en Guantánamo (Cuba).
“Los últimos años de la Administración Bush han sido un desastre para la humanidad. Hemos salido a las calles porque queremos que el Congreso escuche al pueblo, que pidió un nuevo rumbo para el país”, dijo Sunsara Taylor, del grupo The World Can't Wait, que organizó la protesta.