España no tiene ''intención'' de entrar en conflicto con Marruecos
El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, asegura que el Gobierno seguirá manteniendo con Marruecos las “buenísimas” relaciones actuales y que por parte de España no ha habido “intención ninguna” de generar un conflicto con el vecino del sur. Además, ha dejado claro que el Gobierno no prevé dar un giro a su política hacia Rabat.
“Creo que lo que está en juego en el tablero internacional en ese espacio político entre España y Marruecos es suficientemente importante como para que no hagamos un conflicto donde no lo hay y, por lo menos, donde no ha habido intención ninguna por nuestra parte de generarlo”, ha señalado Jáuregui.
Preguntado por la marcha de Rabat a Ceuta planeada por una asociación marroquí y sobre si Marruecos aprovecha cualquier circunstancia para reivindicar las ciudades españolas del norte de África, el ministro ha admitido que esto “forma parte quizá de su acción política” pero ha dejado claro que, en cualquier caso, eso no afecta a “una cuestión tan fundamental como es su españolidad”.
Además, ha recordado que la marcha no va a provocar “ningún problema de seguridad” ni de orden público en la ciudad norteafricana, porque el Gobierno español se encargará de ello.
La resolución del Congreso se hizo “con respeto”
Según el ministro, la declaración que aprobada el jueves por el Congreso de los Diputados sobre el desmantelamiento del campamento saharaui de Gdeim Izik se hizo “con respeto”, por lo que ha opinado que esa “posición institucional” de las Cortes “no debe perturbar las relaciones” entre los dos Gobiernos.
Jáuregui ha recalcado que esa resolución supone “un consenso importante” en la “manera de calificar” lo que sucedió en el campamento y, después, en El Aaiún. El texto incluye una condena de los hechos violentos que se produjeron, no condena a Marruecos. Las organizaciones internacionales han confirmado la información marroquí según la cual murieron 11 de sus efectivos de seguridad y dos saharauis, pero han avalado la denuncia saharaui de torturas generalizadas.
Según Jáuregui, tener una “relación privilegiada” es “muy bueno para España y muy bueno para Marruecos” para resolver los problemas comunes de ambos países y, por eso, el Ejecutivo tiene el “máximo interés” en que esto siga siendo así.
Así, ha dejado claro que el Gobierno no tiene que adoptar una posición más exigente con Rabat -“las cosas están bien como están”- sino “continuar en el camino del entendimiento”, también para lograr una solución al problema del Sáhara occidental.
La solución a este conflicto, ha recordado, tiene que ser estable, duradera, y lograrse bajo los auspicios de la ONU, y para eso “es fundamental que España siga siendo un aliado de Marruecos, como lo es Francia, como lo es Estados Unidos”.