La explosión no se originó en el reactor de la central
La explosión registrada este sábado en la central nuclear de Fukushima como consecuencia de una réplica del terremoto del viernes no ha tenido su origen en el reactor de la planta sino que se ha debido a “vapor de agua que era parte del proceso de refrigeración”, según ha aclarado el portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano. Este incidente fue clasificado con el nivel cuatro de los siete posibles en cuanto a catastrofes nucleares.
Asimismo ha subrayado que la deflagración no ha provocado la emisión de gases nocivos a la atmósfera, según recoge la cadena estadounidense CNN.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha informado de que la vasija de contención de Fukushima-1 se encuentra intacta. La vasija es el recipiente que contiene el núcleo del reactor.
La explosión en una de las dos plantas de Fukushima tuvo lugar en un momento en el que los operarios estaban liberando el exceso de presión en las válvulas tras el fallo de todos los generadores de refrigeración.
La agencia nuclear de Japón ya había descartado que la explosión hubiese dañado la estructura de protección de su reactor, según informaron fuentes de la organización a la agencia de noticias oficial Kiodo. “Cualquier daño sobre la protección del reactor es enormemente improbable”, citó el medio.
Sin embargo, y como nueva medida preventiva, el área de evacuación respecto de las dos plantas nucleares de Fukushima ha sido ampliada hasta los 20 kilómetros después de la explosión registrada esta mañana en una de las centrales, según informa la cadena estatal NHK.
Balance del terremoto
Las últimas cifras tras el terremoto de 8,9 grados en la escala Richter registrado en la costa nororiental del país hablan de 687 fallecidos y un número similar de desaparecidos.
El seísmo provocó decenas de incendios y generó un tsunami que barrió casas, vehículos y barcos en la costa nororiental del país asiático. Las Según el Gobierno nipón, se trata del mayor terremoto registrado en Japón, tras el seísmo de 7,9 grados de 1923 de Tokio y sus proximidades, que acabó con la vida de más de 100.000 personas. Se ha podido localizar a los cuatro españoles residentes en la zona más afectada por el tsunami.
