Fuertes vientos e intensas lluvias azotan Jamaica

Fuertes vientos e intensas lluvias azotan Jamaica, que en estado de emergencia y con la población encerrada en casas y refugios, espera el impacto del huracán Dean muy cerca de la costa sur en las próximas horas.

La mayoría de la población ha decidido quedarse en sus casas, a pesar de los llamamientos del Gobierno para que acuda a los refugios, porque se teme más a los saqueos que a los vientos de 230 kilómetros por hora.

La compañía de electricidad ha cortado el suministro en la isla para evitar daños irreparables en la red de fluido eléctrico y se teme que el país quede en unas horas incomunicado.

El último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, emitido a las 18.00 GMT indica que el ojo del huracán se encontraba a 125 kilómetros de Kingston, esto es cerca de la latitud 17.1 norte, longitud 76 oeste.

El ojo del huracán se situará muy cerca de la costa sur de Jamaica dentro de seis a doce horas, agregó el CNH, tras señalar que el ciclón se mueve a 30 kilómetros por hora.

La primera ministra de Jamaica, Portia Simpson Miller, hizo un nuevo exhorto para que los habitantes busquen refugio en escuelas, centros deportivos y otras instalaciones, pero muchos prefieren esperar al ciclón de categoría 4 en sus casas.

Un portavoz del gobierno reconoció que “no se puede obligar a la gente a abandonar sus casas”, por lo que la policía aconseja, pero no impone que los jamaiquinos se refugien en los centros de asistencia como el Estadio Nacional.

“No nos vamos a mover de aquí. Es nuestra casa, nuestro barrio. Ya hemos sufrido otros huracanes y no nos da miedo”, afirmó un pescador que prefirió no dar su nombre en el viejo Port Royal, que durante siglos fue el centro de las actividades de piratas en el Caribe.

Entre los pocos que sí abandonaron Port Royal se encuentra Tyrome Lindsey, 47 años, que decidió refugiarse con su esposa y tres hijos en uno de los centros habilitados por el Gobierno.

“Es lo más prudente. En este barrio siempre nos hemos quedado aquí, pero temo que en esta ocasión el ciclón destruya todo”, dijo Lindsey a Efe mientras montaba con su familia en un autobús fletado por las autoridades.

La presencia policial en Port Royal y otros barrios de Kingston es constante con tanquetas y vehículos militares patrullando las calles.

“Estamos tomando todas las medidas posibles para garantizar la seguridad”, señaló Linval Bailey, subcomisario de la Policía de Kingston.

La actividad por la mañana ha sido frenética. Mientras aumenta la velocidad de los vientos, la gente se afana por reforzar con maderas las puertas y las ventanas.

Simpson Miller urgió a la población no esperar hasta el último momento para completar los preparativos y reiteró que el país se encuentra en un estado de emergencia.

La campaña de los comicios generales del 27 de agosto fue suspendida por la llegada del huracán y en varios días se decidirá si se retrasará la fecha.

Desde la medianoche del sábado entró en vigor un toque de queda, los dos aeropuertos internacionales están cerrados y la gente se ha ido encerrando en sus casas o en refugios.

Los últimos turistas abandonaron la isla el sábado y los hoteles permanecen cerrados y preparados para recibir los vientos de 230 kilómetros por hora de Dean, así como fuertes lluvias.

En una situación similar se encuentran las islas Caimán, que también recibirán el impacto directo del ciclón, el primero de la temporada de este año de huracanes del Atlántico.

Dean, que ha dejado al menos un muerto en Santa Lucía, dos en Dominica y uno más en República Dominicana, será el primero en golpear directamente a Jamaica desde 1988, cuando el ciclón Gilbert se cobró 45 vidas y ocasionó cuantiosos daños económicos.

Al menos tres muertos

Al menos tres muertos, cuatro desaparecidos y daños en la agricultura y la vivienda causó en Haití el paso del huracán Dean, informaron fuentes del departamento de Protección Civil.

Desde el Gobierno, los primeros informes oficiales indican que hubo “daños importantes” en las costas del sur y que a causa de las fuertes lluvias y vientos, registradas en varias regiones, miles de personas residentes en lugares de riesgo fueron evacuadas.

El ministro de Interior, Paul Antoine Bien-Aimé, indicó que facilitará un informe oficial en las próximas horas, pero dijo que “enormes olas destruyeron embarcaciones de los pescadores e, incluso, llegaron hasta las propias ciudades”, sin precisar más.

Una persona murió y varias resultaron heridas en inundaciones ocurridas en Moron, localidad del suroeste del país, por las fuertes lluvias originadas por el huracán, según Protección Civil.

En Marigot (sureste), dos personas perecieron en inundaciones y una carretera fue destruida por torrenciales aguaceros, de acuerdo con testimonios facilitados a los medios de comunicación de Puerto Príncipe.

En la costa sur, cerca de la localidad de Tiburón, cuatro personas, supuestamente pescadores, desaparecieron junto a sus embarcaciones ante el embate del fuerte oleaje, agregaron.

Otros medios locales indican que en Jacmel, en el sureste, la ciudad sufrió los embates de fuertes vientos que causaron destrozos en el área quirúrgica del hospital local.

En Belle Anse, también en el sureste, alrededor de 250 familias abandonaron sus casas en situación de peligro, mientras que ráfagas de fuertes vientos destruyeron techos de viviendas y animales domésticos murieron ahogados a causa de las intensas lluvias.

El ministro Bien-Aimé llamó a mantener la “movilización” de las fuerzas de socorro haitianas mientras el huracán se aleja del país, “porque debemos proteger vidas y bienes”.

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