El alto el fuego para ayuda humanitaria rebaja la violencia en el norte de Líbano

Tras tres días de combates, la entrada en vigor del alto el fuego a primera hora de la tarde permitió la entrada de un convoy de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el campamento para ofrecer ayuda humanitaria a los civiles atrapados por los combates que estallaron el pasado domingo. Durante su incursión, la caravana de ayuda de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos UNRWA fue objeto de un ataque en el que al menos tres civiles murieron.

Según la agencia de noticias de la ONU, IRIN, al menos 77 personas han muerto en los tres días de luchas entre ejército y milicianos. Entre las víctimas figuran 30 soldados libaneses y 20 milicianos, precisa la agencia, que cita a fuentes palestinas y del Ejército libanés.

Por otra parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja informó de que habían encontrado los cadáveres de 32 personas muertas como consecuencia de los enfrentamientos, evacuado a 27 refugiados a un hospital, y prestado primeros auxilios a 60 heridos y enfermos, según la agencia de noticias libanesa NNA. La misma agencia informó este martes de que el ejército libanés penetró en el norte del campamento y que logró avances considerables en la entrada norte de la población.

Un acuerdo alcanzado en 1969 por el Gobierno y las facciones palestinas en Líbano prohíbe la entrada del ejército libanés a los campos de refugiados palestinos y limita su actuación a la entrada y perímetros de estas poblaciones. Por otra parte, numerosos palestinos de los campamentos de refugiados de Burch al Barachne, al Rashidiya, al Badawi y Ain Halwa se manifestaron en protesta por lo que está ocurriendo en Nahr al Bared y las condiciones que padecen por los combates.

Visita de Javier Solana

Los enfrentamientos coinciden con una visita del alto representante de Política Exterior y Seguridad de la UE, Javier Solana, a Beirut, que excluyó que la lucha en el campo de refugiados palestinos de Nahr al Bared sea el reflejo de un conflicto entre el Gobierno y los palestinos.

Solana, en una rueda de prensa celebrada en la capital libanesa tras reunirse con el primer ministro libanés Fuad Siniora y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, destacó el apoyo de todas las facciones palestinas en Líbano a las fuerzas armadas libanesas que luchan contra un “grupo terrorista armado”. Asimismo, subrayó, frente a los dirigentes progubernamentales que acusan a Siria de estar relacionada con lo sucedido, que no creía que ese país esté vinculado a Fatah al Islam e hizo hincapié en que “no tengo ninguna prueba que lo demuestre”.

En el mismo sentido, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, dijo hoy que los líderes del grupo Fatah al Islam están bajo orden de búsqueda y captura por los servicios de inteligencia del país, según un comunicado oficial sirio. Mualem criticó además a este grupo y aseguró que las “actividades de esta organización no sirven a la causa del pueblo palestino”.

Por su parte, el portavoz oficial del Gobierno jordano, Naser Judeh, aseguró este martes que Shaker al Abasi, a quien identificó como el máximo dirigente del grupo radical palestino Fatah al Islam, tiene la nacionalidad jordana. Judeh agregó a los periodistas en Amán que al Abasi fue sentenciado a muerte en rebeldía por el asesinato de un diplomático estadounidense en Amán en 2002 y que está reclamado por la justicia.

Las tropas españolas refuerzan la seguridad

Por otro lado, las tropas españolas desplegadas en el sur de Líbano reforzaron las medidas de seguridad en las patrullas de vigilancia que realizan hacia el centro y norte del país, informó este martes un portavoz del Ministerio de Defensa.

El contingente español en Líbano, integrado por unos 1.100 militares, no ha registrado incidentes en las últimas horas, según las mismas fuentes, que precisaron que se mantienen las habituales medidas de seguridad. Ante la escalada de violencia en Líbano, la misión española no ha variado sus niveles de alerta, aunque se han reforzado las medidas de seguridad en las patrullas de vigilancia cuyo itinerario prevé desplazamientos hacia el norte, en dirección a Beirut.

España mantiene en el sur de Líbano un contingente de unos 1.100 militares, la mayoría pertenecientes a la Brigada Paracaidista (BRIPAC) y a la Fuerza Logística Terrestre. Se encuentran asentados en la base española Cervantes, sede de la Brigada Multinacional del Sector Este de FINUL (Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano), que lidera España.

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