La India elige a una mujer presidenta por primera vez en la historia
En el sexagésimo aniversario de su independencia, la India eligió este sábado a la presidencia del país por primera vez en su historia a una mujer: la hasta ahora gobernadora del estado noroccidental de Rajastán, Pratibha Patil.
“Ésta es la victoria de los principios. Los principios del pueblo indio”, proclamó una risueña Patil haciendo el gesto de la victoria con los dedos, en un discurso retransmitido en directo por el canal NDTV.
La nueva presidenta, que asume un cargo más bien ceremonial pero de fuerte carga simbólica, ha obtenido 2.931 votos, frente a los 1.449 de Shekhawat, el candidato de la oposición, aunque por puntos Patil se impuso por más de 300.000 a su rival.
El alambicado sistema electoral presidencial indio, formado por 5.000 legisladores y cerrado al resto de la ciudadanía india, usa el mecanismo de voto único transferible, con el cual cada elector tiene la opción de votar por más de un candidato, pero estableciendo un orden de preferencia.
El voto secreto de cada elector -776 diputados nacionales y 4.120 regionales- tiene un peso ponderado en función de la representatividad del escaño que cada uno ostenta, con una suma total de 1.098.000 puntos.
“El voto a favor de Patil es un voto contra las políticas divisorias”, opinó el primer ministro indio, Manmohan Singh, lanzando un dardo contra los partidos de la oposición.
La presidenta del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, destacó, por su parte, que “es un gran momento para las mujeres, porque es la primera vez que tenemos a una mujer como presidenta”.
A medida que avanzaba el recuento de votos, una multitud celebraba la victoria de Patil en su localidad natal, Nadgaon, en el estado de Maharashtra, mientras que los simpatizantes del Congreso repartían caramelos, bailaban y jaleaban a la nueva presidenta en las ciudades más importantes del país.
La discreción de Patil contrasta con la popularidad del jefe de Estado saliente, el musulmán Abdul Kalam, un científico nuclear de larga melena blanca que renunció a presentar su candidatura tras no recibir el apoyo de los partidos en el Gobierno y de la oposición.
Los comicios se han caracterizado por la ruptura del tradicional consenso entre los principales partidos y por las acusaciones de corrupción contra Patil.
Tras un punto muerto en que se barajaron los nombres del ministro del Interior, Shivraj Patil, y del titular de Exteriroes, Pranab Mukherjee, el Congreso propuso a sus socios de Gobierno la candidatura de Patil.
Patil, de 72 años, se convierte así en una de las mujeres más poderosas de la India, junto a Sonia Gandhi y la jefa de Gobierno del estado de Uttar -el más poblado del país-, la líder “intocable” Mayawati, cuyo partido ha apoyado a la candidata gubernamental.
Gandhi agradeció explícitamente a Mayawati el apoyo de su partido a Patil, en el primer guiño entre ambas líderes antes de los comicios generales de 2009, donde el voto de los “intocables” podría ser determinante para formar Gobierno.
En clave política, el ascenso a la jefatura de Estado de Patil da aún más poder a Sonia Gandhi, con la que la nueva presidenta mantiene una estrecha amistad.
Gandhi renunció a ocupar encabezar el Gobierno por las críticas a su origen italiano tras su victoria en las elecciones de 2004, y colocó en su lugar al actual primer ministro, Manmohan Singh.
Patil se consolidará oficialmente como la decimotercera jefa de Estado de la India el próximo miércoles, cuando entrará a vivir por fin en el palacio presidencial, el fastuoso Rashtrapati Bhavan.