Moratinos viajará a Cuba para acompañar las gestiones de la Iglesia en favor de los presos
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, pondrá este lunes rumbo a La Habana para llevar a cabo entre el lunes y el jueves su tercera visita a la isla, con el objetivo de acompañar las gestiones de la Iglesia cubana en favor de los presos políticos y los Derechos Humanos.
El jefe de la diplomacia española prevé reunirse con su colega cubano, Bruno Rodríguez, y con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, quien lleva directamente las negociaciones con las autoridades de la isla. Fuentes del departamento de Moratinos consultadas por Europa Press no descartan que el presidente cubano, Raúl Castro, reciba al ministro, aunque la cita no está cerrada.
Las gestiones de la Iglesia cubana ante las autoridades castristas han desembocado hasta la fecha en la liberación de los presos políticos Ariel Sigler y Darsi Ferrer y en el acercamiento de otra docena a cárceles más próximas a los lugares de residencia de sus familias.
Moratinos confía en que se produzcan más gestos por parte del Gobierno cubano e incluso hace unos días auguró ante sus compañeros del PSOE alguna “sorpresa” estival en relación con Cuba.
Según las fuentes, Moratinos tuvo ocasión de hablar sobre esta visita y del papel de mediación de la Iglesia cubana en la audiencia del Papa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el 10 de junio pasado en el Vaticano, donde se acordó colaborar para mejorar el estado de los Derechos Humanos en la isla.
Ésta será la tercera visita del ministro español a la isla desde 2007, cuando España y Cuba normalizaron las relaciones --seriamente dañadas en la última etapa del Gobierno 'popular' de José María Aznar-- y establecieron un mecanismo de diálogo sobre Derechos Humanos, en el marco del cual España ha pedido la liberación de los presos políticos.
Antes de la mediación de la Iglesia cubana, el régimen castrista liberó en dos ocasiones a varios presos políticos como gesto hacia España pero siempre les obligó a exiliarse fuera de la isla, como ha ocurrido también con Sigler, que ha recibido permiso para recibir atención médica en EEUU.
En una entrevista este jueves en la cadena Ser, recogida por Europa Press, Moratinos confirmó que su visita a La Habana busca “apoyar el esfuerzo que se está llevando a cabo entre la Iglesia católica y las autoridades cubanas”.
HABRÁ RESULTADOS
El ministro se mostró “convencido” de que habrá “resultados positivos” en lo que se refiere a la situación de los Derechos Humanos en ese país, si bien señaló que cada gobierno “tiene sus ritmos” y sus “tiempos”.
En su opinión, lo que España puede hacer en Cuba es “respetar que ellos vayan liderando los procesos de reforma y acompañándolos para que se vaya mejorando toda la situación”. “Tenemos que estar presentes, dialogantes con ellos, a veces exigentes, a veces denunciando como fue el caso del fallecimiento del señor Zapata, pero nunca rompiendo el diálogo, que es el instrumento esencial en nuestra acción diplomática”, agregó.
Preguntado por el estado del disidente Guillermo Fariñas, indicó que es “serio, preocupante” y consideró que se ha intentado “todo” para tratar de convencerle de que deje la huelga de hambre, no sólo por parte de España, sino también con la implicación de otros actores, como la Iglesia, las Damas de Blanco y las autoridades norteamericanas.
Todos coinciden, según el ministro, en que “lo mejor en estos casos es mantener la capacidad política crítica si es necesario” pero no “poner en riesgo tu propia vida”.
Moratinos pondrá rumbo a La Habana el lunes por la tarde, después de participar esa misma mañana en los Desayunos Informativos de Europa Press en el hotel Intercontinental de Madrid.
La visita se producirá después de que la UE decidiera aplazar a septiembre la revisión que cada año hace de su política hacia la isla, la llamada Posición Común que desde 1996 condiciona la relación bilateral a avances en democracia y Derechos Humanos y cuya eliminación exige La Habana para la plena normalización de las relaciones.
Tras conocer el viaje del ministro, el PP le ha pedido que la aproveche para visitar al opositor Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace más de cuatro meses y quien se encuentra hospitalizado en Santa Clara (centro del país).
En declaraciones a Europa Press, el portavoz 'popular' en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, ha reclamado al ministro “que tome contacto con la oposición cubana” para “empezar a dar una imagen” de que está “comprometido con la democracia en Cuba y no con la dictadura”.
Arístegui precisó que el PP no pide al Ejecutivo que rompa relaciones con el Gobierno cubano, pero sí que “reanude un diálogo firme, crítico y exigente” con el régimen para “propiciar una transición a la democracia y no una sucesión en la dictadura”.
El diputado también ha solicitado a Moratinos que “rectifique en su empeño de intentar influir” en sus socios europeos para que cambien la Posición Común hacia Cuba, que rige la relación bilateral con la isla desde 1996 y la condiciona a avances en democracia y Derechos Humanos.
Para De Arístegui esta rectificación es “fundamental” tras el “fracaso estrepitoso”, a su juicio, de la política que el Gobierno español ha impulsado durante su presidencia europea con respecto a América Latina en general y a Cuba en particular.
Ha recordado que Moratinos no consiguió su “objetivo” de eliminar en junio la Posición Común para sustituirla por un acuerdo negociado bilateralmente entre la UE y la isla. Los Veintisiete decidieron aplazar esta decisión a septiembre.
La plataforma Cuba Democracia ¡Ya! considera por su parte que hasta la fecha “no ha pasado nada que nos permita ser optimistas” en el diálogo entre la Iglesia Católica y el Gobierno de la isla para promover la liberación de los presos políticos del régimen.
Esta organización opositora se inclina por pensar que “no se han producido avances en materia de Derechos Humanos”, sino que el citado diálogo “es una operación orquestada por la dictadura, y bailada --no sabemos si conscientemente-- por la Iglesia católica cubana y el Gobierno de España”.