Mujica y LaCalle se disputan mañana la segunda vuelta electoral en Uruguay
MONTEVIDEO, 28 (EUROPA PRESS)
Cerca de 2,56 millones de uruguayos mayores de 18 años están convocados a las urnas mañana domingo 29 de noviembre para elegir al sucesor del actual presidente, Tabaré Vázquez, en unos comicios en los que parte como favorito el ex guerrillero tupamaro, ex ministro de Agricultura y actual senador José Mújica, del Frente Amplio, ganador de la primera vuelta.
Tanto Mújica como el ex presidente y candidato conservador del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle, han hecho un llamamiento a sus seguidores a extender la mano a sus adversarios cualquiera sea el resultado de la votación del domingo.
Los candidatos cerraron este jueves sus respectivas campañas electorales para dar comienzo a las tres jornadas de silencio que permitirán reflexionar a los ciudadanos acerca del voto que emitirán en la segunda vuelta electoral.
Se espera que unos 30.000 uruguayos llegarán del extranjero para participar en los comicios, 20.000 de ellos procedentes de Argentina, aunque también vendrán de Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México y Venezuela.
En Uruguay no está permitido el voto desde el exterior, algo que rechazaron regular el 63,07 por ciento de los uruguayos en el referéndum celebrado junto a la primera vuelta electoral.
Debido a las fuertes precipitaciones de los últimos días, la Fuerza Aérea se ha tenido que implicar en el traslado de mesas y material electoral a las zonas que han quedado aisladas por el temporal, zonas en las que se establecerá un horario especial para votar.
LA INTENCIÓN DE VOTO
Según cinco encuestas de intención de voto, Mujica captaría entre un 49,1 y un 50 por ciento de los votos y Lacalle entre un 41 y un 42,7 por ciento, una ventaja considerada por analistas como irreversible salvo que suceda una “catástrofe”.
A pesar de que Lacalle recibió el apoyo del tercer candidato más votado en la primera vuelta por el Partido Colorado, Pedro Bordaderry, los analistas políticos del país predicen que la corriente de izquierdas es la dominante en un país de 3,3 millones de habitantes.
Mújica obtuvo el 47,49 por ciento de los votos en la primera vuelta de los comicios generales del pasado 25 de octubre frente al 28,53 por ciento que cosechó LaCalle. Pedro Bordaderry obtuvo el 16,66 por ciento de los votos, mientras que el Partido Independiente minoritario cosechó el 2,44 por ciento.
A pesar de la victoria prevista del ex guerrillero, el Frente Amplio podría no obtener sin embargo la mayoría absoluta en ninguna de las dos Cámaras del Parlamento, aunque tampoco lo lograrían juntos sus rivales del Partido Nacional y del Partido Colorado.
En la Cámara de Diputados, el Frente Amplio lograría 49 de los 99 que componen la Cámara Baja, frente a los 29 que escaños que obtendría el Partido Nacional y que, junto al Partido Colorado que sacaría 18, contaría con un total de 47. El Partido Independiente ocuparía un escaño y queda un escaño libre por asignar.
Por el contrario, el Frente Amplio ocuparía la mitad de los 30 escaños que se juegan en el Senado, frente a los 9 que obtendría el Partido Nacional y 5 del Partido Colorado. El Partido Independiente parece que se queda sin representación en la Cámara Alta y, al igual que en la Cámara de Diputados, queda un escaño de senador por repartir.
LOS PARTIDOS EN LIZA Y SUS POSICIONES
El Frente Amplio nació en 1971 como una coalición que incluyó desde socialistas y comunistas hasta sectores escindidos de los partidos tradicionales, y creció con fuerza, principalmente al fin de la dictadura militar (1973-1985).
En el 2004, el Frente logró poner fin a la histórica alternancia en el poder de nacionalistas y colorados, al ganar la presidencia en la primera vuelta electoral el socialista Tabaré Vázquez, quien goza de una popularidad sin precedentes.
El Gobierno de Vázquez mejoró la situación de los más pobres y su política económica ordenada y amigable con los inversionistas evitó que el país cayera en recesión por la crisis financiera global.
Mujica, quien militó en el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (MLN) y ha pasado 14 años en la cárcel por sus actividades guerrilleras en los años 60 y 70, ha prometido seguir las políticas del actual Gobierno, acentuando sus programas sociales y el apoyo a los pequeños productores.
En un intento por atraer al sector izquierdista más moderado, Mújica ha prometido continuar con los programas sociales y políticas económicas liberales y ha nombrado como su vicepresidente a Danilo Astori, ex titular de Economía en el Gobierno de Vázquez, cuyas políticas permitieron un crecimiento sostenido de la economía del 5,7 por ciento de media desde 2003.
Asimismo, para tratar de disipar las especulaciones sobre un vuelco más a la izquierda en política exterior, el candidato se declaró más afín con el moderado presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que con el venezolano Hugo Chávez.
Lacalle tampoco se abstuvo de efectuar críticas fuertes a la gestión de Vázquez, pero prometió disminuir o eliminar algunos impuestos y mejorar la seguridad ciudadana, una de las principales debilidades del saliente Gobierno.
Por su parte, el ex presidente conservador, que nunca ha sido condenado por los casos de corrupción que se le atribuían durante su primer mandato entre 1990 y 1995, ha prometido mantener las políticas económicas de mercado.