Obama defiende en China la libertad de prensa
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de visita oficial en China, defendió este lunes las libertades de información y de prensa como herramientas que ayudan a fortalecer a un país.
En un discurso pronunciado ante un grupo de estudiantes en la ciudad china de Shanghai, el presidente norteamericano aseguró que es “un gran defensor” de la abolición de la censura y de la “apertura” al acceso de información en Internet.
Obama también expresó su deseo de que mejoren las relaciones entre China y Taiwán y afirmó que el establecimiento de vínculos económicos entre ambas partes podría ayudar a reducir la tensión.
“He dejado bien claro en el pasado que Estados Unidos apoya la política de una sola China, y no queremos cambiar nuestra política al respecto”, afirmó en Shanghai con motivo de su visita oficial a China. “A través del diálogo y la comunicación se pueden solucionar los problemas”, prosiguió Obama, quien no respondió a una pregunta sobre la venta de armas a Taiwán.
En 1979, Estados Unidos decidió dejar de reconocer diplomáticamente a Taiwán en favor de la China continental, pero sigue siendo el principal suministrador de armas a la isla.
Cambio climático
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama también se refirió al cambio climático y señaló que tanto su país como China -principales emisores de gases de efecto invernadero a la atmósfera- deben dar “pasos decisivos” contra el calentamiento global.
El compromiso de Estados Unidos y de China en la próxima cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se celebrará del 7 al 18 de diciembre en Copenhague, es fundamental para que se pueda llegar a un acuerdo global para la reducción de emisiones. Un nuevo documento que sustituiría al protocolo de Kioto en 2012.
China ha reiterado que su principal preocupación y la del resto de naciones emergentes debe ser el crecimiento económico y la reducción de la pobreza, entendiendo que son las naciones más industrializadas las que han causado el calentamiento global.
Para el Gobierno chino, las economías más desarrolladas deben ser las que lideren la reducción de emisiones y las que se preocupen de proporcionar ayuda tecnológica y económica a los países empobrecidos, los más afectados por los efectos del Cambio Climático.