El Papa destaca la importancia de la colaboración entre la Iglesia y el Estado
LISBOA, 11 (EUROPA PRESS, Francisco Otero)
El Papa Benedicto XVI ha subrayado en su discurso en el aeropuerto de Lisboa la importancia de la colaboración entre la Iglesia y el Estado, al recordar que la llegada de la república a Portugal, hace 100 años, abrió “en la distinción entre Iglesia y Estado, un nuevo espacio de libertad para la Iglesia católica, que los dos concordatos de 1940 y 2004 dieron forma”.
Además, y sobre la presencia de lo católico en la vida pública, ha señalado que “no se tata de un enfrentamiento ético entre un sistema laico y un sistema religioso, sino de una cuestión de sentido en la que se confía la propia libertad”.
“De una visión sabia de la vida y del mundo deriva el justo ordenamiento de la sociedad. En la historia, la Iglesia está abierta a colaborar con quien no margine ni reduzca a lo privado la esencial consideración del sentido humano de la vida”, ha recordado.
“El sufrimiento causado por los cambios --culturales y eclesiales-- se ha afrontado en general con valor”, ha añadido al tiempo que ha reconocido que “vivir en la pluralidad de sistemas de valores y de cuadros éticos requiere un viaje al centro del propio yo y al núcleo del cristianismo para reforzar la calidad del testimonio”.
El Papa ha comenzado su apelación saludando “a todos, independientemente de su fe o religión” y a todos aquellos que no han podido acudir a su encuentro. “Vengo como peregrino de la Virgen de Fátima”, ha añadido.
En este sentido, ha señalado que la Virgen viene “a recordar la verdad del Evangelio, que constituye para la humanidad, fría de amor y sin esperanza, una fuente de esperanza”. También ha explicado que su viaje pretende ser “una propuesta de sabiduría y de misión”.
MENSAJE DE ESPERANZA
Por su parte, el presidente de la República de Portugal, Anibal Cavaco Silva, ha recordado que su país le recibe “en tiempos de incertidumbre” y ha afirmado que en estos momentos “los hombres necesitan que alguien les lleve un mensaje de esperanza, de justicia y de solidaridad”.
“Solidaridad entre naciones, en un mundo marcado por abismales diferencias de prosperidad. Solidaridad entre las personas, en nuestros países, en particular, cuando se hacen sentir los efectos de una crisis económica global”, ha añadido.
En otro orden de cosas, ha recalcado que Portugal reconoce el papel de la Iglesia católica y respeta y apoya “el servicio inestimable que presta a la sociedad”. “Un servicio que quiero, de forma solemne, agradecer” ha dicho.
También le ha transmitido al Pontífice que Portugal es hoy “un país libre y plural, cuya identidad se debe a diferentes contribuciones, y que se rige por los principios de la promoción de la dignidad humana”. “Un país donde la separación entre la Iglesia y el Estado convive con la herencia cristiana presente en la cultura, en el patrimonio y, por encima de todo, en los valores humanistas que determinan nuestro modo de ser y estar en el mundo”, ha subrayado.