Más de 120 personas mueren en una cadena de atentados en Irak

En el más sangriento de estos actos de violencia, al menos 102 iraquíes perdieron la vida y otros 215 resultaron heridos por la explosión de un camión-bomba en un mercado popular de Bagdad, informaron fuentes del Ministerio de Interior. Indicaron que el estallido ocurrió a las 17.05 hora local (14.05 GMT) en el zoco Sadriye, situado en el centro de la capital.

Según su relato, el camión, que llevaba ocultos los explosivos debajo de un cajas de verduras, se encontraba aparcado en el momento del estallido. La explosión destrozó al menos trece vehículos que se encontraban aparcados en el lugar, así como tres locales comerciales.

También en Bagdad, pero horas antes, la explosión de un artefacto al paso de un minibús causó la muerte de uno de los pasajeros y heridas a otros seis, afirmó un portavoz policial, que aseguró que 15 cadáveres de personas asesinadas a tiros fueron halladas en distintas áreas de la capital.

Cinco coches bomba en Kirkuk

Otras 18 personas murieron este sábado también y otras 45 resultaron heridas en atentados y redadas contra grupos armados en zonas al norte y sur de Bagdad, informaron fuentes policiales. En el peor de esos sucesos, diez agentes de seguridad iraquíes perdieron la vida y otros nueve quedaron heridos en dos ataques contra un puesto de control policial y otro militar en la ciudad de Samarra, a 125 kilómetros al norte de Bagdad.

Asimismo, la explosión de cinco coches-bomba y dos artefactos explosivos en diferentes lugares de la ciudad de Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de Bagdad, causó la muerte de al menos tres personas y heridas a otras 21, según la policía. El sur del país también fue escenario de actos violentos y, de hecho, un civil pereció y otros nueve resultaron heridos al estallar un automóvil cargado de explosivos en Al Mahmudiya, a unos 30 kilómetros al sur de Bagdad, informaron fuentes policiales.

Además el ejército estadounidense anunció que había matado a cuatro presuntos insurgentes en un enfrentamiento en las localidades de Faluya y de al Tarmiya, al oeste y norte de Bagdad.

Llamadas a la calma por autoridades religiosas

A pesar de las llamadas a la calma de la máxima autoridad religiosa chií del país, el ayatolá Ali al Sistani, que pidió a los chiíes y a los suníes no recurrir a la violencia para resolver sus diferencias, en Mosul y Kirkuk han impuesto el toque de queda para evitar enfrentamientos.

En Mosul, 400 kilómetros al norte de la capital, la medida fue ordenada por su gobernador, Derid Kachmula, para repeler un asalto lanzado por grupos armados en varias zonas de la ciudad, indicaron las fuentes, que no precisaron por cuanto tiempo se mantendrá esta disposición. Desde primeras horas de la mañana se han escuchado intensos tiroteos, y las tropas norteamericanas se apostaron en las entradas y salidas de la ciudad, según testigos presenciales.

Pocas horas después, las autoridades de Kirkuk, a unos 200 kilómetros al norte de Bagdad, decretaron también el toque de queda tras la cadena de atentados con coches bomba que dejó tres muertos y 24 heridos. En Nayaf, a unos 180 kilómetros al sur de Bagdad, donde el toque de queda marcó el ritmo de vida del viernes, quedará sólo vigente en las horas nocturnas.

El toque de queda en esta localidad y en su vecina Kufa -donde ya fue levantado- fue impuesto después de la muerte de más de 200 militantes radicales chiíes en el área de Zarka, el pasado domingo, en enfrentamientos contra las fuerzas iraquíes, coincidiendo con la festividad chií de la Achura.

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