El ex presidente iraní Rafsanjani critica a Ahmadineyad
TEHERÁN, 14 (Reuters/EP)
El ex presidente iraní Akbar Hashemi Rafsanjani ha criticado al presidente, Mahmud Ahmadineyad, por su fracaso a la hora de contrarrestar el impacto de las sanciones, en lo que es el último signo de división dentro de la élite gobernante iraní.
Rafsanjani, cabeza de un poderoso organismo clerical, afirmó que la República Islámica se encuentra bajo una presión mundial sin precedentes y señaló que el Gobierno está equivocado al asegurar que las sanciones no suponen una amenaza para la economía.
“Señores, deberían estar vigilantes y ser cuidadosos. No minimicen las sanciones (...), la gente no debería ser engañada”, aseguró a la Asamblea de Expertos, un organismo que puede destituir o nombrar al Líder Supremo de Irán pero que no ha ejercido este poder hasta la fecha.
Sin nombrar al presidente --que ha asegurado que las sanciones son “patéticas” y no más efectivas que un “pañuelo usado”--, Rafsanjani dirigía sus comentarios contra Ahmadineyad, contra quien el clérigo perdió en las presidenciales de 2005.
“Irán tiene una gran capacidad para poder superar las sanciones, pero dudo de que estas capacidades se estén utilizando de una forma adecuada”, afirmó en su discurso de apertura. “Nunca hemos tenido unas sanciones tan intensificadas, y se intensifican cada día. Allí donde encontramos una laguna jurídica, ellos (los poderes occidentales) la bloquean”, indicó.
Lideradas por Washington, las nuevas sanciones tienen por objetivo los servicios financieros y el sector energético de Irán, lo que hace las transacciones internacionales más difíciles y daña la capacidad iraní de importar gasolina y asegurarse la inversión extranjera.
Las medidas intentan presionar a Teherán para reducir sus actividades nucleares, que Occidente teme que pretendan hacer una bomba, aunque Irán asegura que sus ambiciones son totalmente pacíficas.
Las críticas de Rafsanjani, que ha expresado su simpatía con el movimiento reformista iraní, llegan después de que los radicales en el Parlamento y la Judicatura realizaran comentarios similares.
Más recientemente, Ahmadineyad enfadó a sus partidarios más radicales mediante el nombramiento de cuatro aliados cercanos para puestos de política exterior de reciente creación. La figura más poderosa del país, el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, ha ordenado públicamente a la élite gobernante que apoye al Gobierno.
“Nos enfrentamos a los intentos de crear división”, aseguró Rafsanjani, advirtiendo de que esta lucha interna podría dañar a la Revolución Islámica. “Dentro del país deberíamos estar vigilantes para no permitir que se dañe la unidad. Aquellos que piensan que pueden beneficiarse creando división (...) están en un camino satánico”, prosiguió.
Después de la reelección de Ahmadineyad el verano pasado, Rafsanjani ha criticado en numerosas ocasiones el arresto de seguidores de la oposición. A pesar de que ha liderado desde hace tres décadas el rezo de los viernes en Teherán al menos una vez al mes, no lo ha hecho desde agosto del año pasado, sin dar ningún motivo.