Putin reafirma oposición al Kosovo independiente y pacta alianza energética

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó este viernes su “categórica” oposición a la independencia unilateral de Kosovo y, a cambio, forjó con Serbia una alianza energética válida por 30 años que garantiza los suministros de gas rusos al sur de Europa.

“Durante nuestra reunión una vez más subrayé que Rusia está categóricamente en contra de la declaración unilateral de la independencia de Kosovo”, aseguró Putin tras entrevistarse con el presidente serbio, Boris Tadic, en el Kremlin.

El líder ruso añadió que la independencia de Kosovo “supondría un grave perjuicio para todo el sistema de derecho internacional y acarrearía consecuencias negativas tanto para los Balcanes como para la estabilidad de otras regiones del mundo”.

Durante los últimos meses, Putin ha insistido en diversas ocasiones en que la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconoce a Kosovo como parte integrante de Serbia, aún está vigente.

Por su parte, Tadic agradeció a Putin el apoyo de Rusia en relación a Kosovo, ya que el Kremlin se ha opuesto desde el principio a la independencia de esa región de mayoría albanesa sin el beneplácito de Belgrado, y ha abogado por la reanudación de las negociaciones entre Belgrado y Pristina. “Sin esa postura rusa, a Serbia le sería muy difícil defender sus intereses en Kosovo”, dijo. El líder serbio también aseguró que su país “defiende de manera consecuente sus intereses en Kosovo apelando al derecho internacional”. “Nunca haremos las cosas de otra forma”, añadió. Así salía al paso Tadic de las declaraciones del primer ministro kosovar, Hashim Thaçi, que aseguró la víspera en Bruselas que la independencia de Kosovo era “cuestión de días”.

Mientras, el primer ministro serbio, Vojislac Kostunica, aseguró también en el Kremlin que Serbia se ve amenazada tanto por la declaración unilateral de la independencia de Kosovo como por “el reconocimiento de esa independencia ilegal por una serie de países”. “Al respecto, especialmente peligrosas son las acciones de la Unión Europea. Hablamos del envío de una misión civil a Kosovo”, dijo.

Kostunica aseguró que eso suponía “una violación directa de la resolución del Consejo de Seguridad y es más que una declaración unilateral de independencia, es la participación sin precedentes en la creación de un estado ilegal e ilegítimo”. Además, describió como “muy importante” el hecho de que Rusia “siempre haya reconocido las actuales fronteras serbias, con Kosovo como parte integrante” del país.

El Kremlin ha criticado a Occidente por intentar allanar el camino para una declaración unilateral de independencia de Kosovo al margen de la ONU. No obstante, el principal objetivo de la visita de los dirigentes serbios era la firma de un acuerdo estratégico de cooperación energética con Rusia, que ve así garantizada la rentabilidad del futuro gasoducto “South Stream” a través del Mar Negro.

“Serbia se convierte en uno de los principales nudos de tránsito para el sistema de suministro de hidrocarburos rusos al sur de Europa”, aseguró Putin tras la firma del acuerdo.

Además, ambas partes firmaron un protocolo bilateral por el que la compañía rusa Gazpromneft comprará, sin concurso de por medio, el 51 por ciento de la Industria Petrolera Serbia (NIS) por 400 millones de euros. Ese protocolo también incluye un acuerdo entre la empresa pública serbia de distribución de gas Srbijagas con la rusa Gazpromexport para la construcción del tramo serbio del “South Stream” y de un depósito de gas subterráneo en la zona norteña serbia de Banatski Dvor.

El conducto, un ramal de 400 kilómetros, permitirá a Rusia suministrar gas a Bulgaria, Grecia, Italia y otros países europeos a través del Mar Negro (900 kilómetros bajo el agua) y los Balcanes. El tramo serbio del gasoducto tendrá una capacidad de bombeo de un mínimo de 10.000 millones de metros cúbicos de gas anuales. En total, el acuerdo representará una inversión de cerca de 2.000 millones de euros en la economía serbia, la mayor inyección en la economía de ese país de los últimos años. “Los muy cercanos lazos políticos que nos unen se han convertido en resultados económicos. El pueblo serbio puede estar seguro de que en Rusia tiene un amigo y socio fiable”, dijo Putin.

Rusia espera que el “South Stream”, que bombeará 30.000 millones de metros cúbicos de gas anuales a partir de 2013, compita con el futuro proyecto Nabucco (Turquía-Bulgaria-Rumanía-Hungría-Austria), de 3.300 kilómetros y un coste de 4.600 millones de dólares, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea.

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