El rey de Bután se casa con una plebeya de 21 años
PUNAJA (BUTÁN), 13 (Reuters/EP)
El rey de Bután, Jigme Jesar Namgyel Wangchuck, de 31 años, se ha casado este jueves con una plebeya de 21 en una ceremonia budista celebrada en una fortaleza monástica del siglo XVII situada en Punaja, en la región del Himalaya.
Ataviado con una corona adornada con la cabeza de un cuervo, el monarca ha bebido de un cáliz de ambrosía que representa la vida eterna, mientras que la novia, la estudiante Jetsun Pema, hija de un piloto comercial, ha recibido una corona bordada con seda.
La ceremonia se ha retransmitido en directo en este país de solo 700.000 habitantes donde la televisión llegó en 1999. Miles de personas vestidas con trajes tradicionales estaban congregadas junto a la fortaleza mientras algunos monjes cantaban y otros tocaban sus tambores.
El rey es una figura venerada en Bután, un país que se está abriendo a la democracia desde que el padre de Wangchuk abdicó en 2006 para introducir elecciones legislativas. Se considera que la monarquía está ayudando a estabilizar una frágil democracia.
“Soy feliz. He estado esperando bastante tiempo”, ha declarado Wangchuk a los medios de comunicación al término de la boda. “Es un ser humano maravilloso. Ella y yo tenemos en común una cosa muy importante: amor y pasión por el arte”, ha añadido el rey, que estudió en la Universidad de Oxford (Inglaterra). El padre del rey, acompañado por sus cuatro esposas, ha entregado unos pañuelos bendecidos a la novia.
Bután es un país que no se ha abierto demasiado al resto del mundo. El primer coche llegó en los años 50, y el turismo está permitido desde los 70.
El líder de la oposición, Tshering Tobgay, ha señalado que “la boda real ha garantizado la continuidad de la monarquía”. “Y la monarquía ha ayudado a consolidar nuestra democracia”, ha agregado.
Wangchuck ha afirmado que seguirá los pasos de su padre. “Mi padre dejó el listón muy alto, fue un líder fantástico. Intentaremos cumplir las expectativas”, ha manifestado. Wangchuck es conocido como “el rey del pueblo” por su cercanía con los butaneses. Después de la boda, ha recorrido las calles de Punaja saludando a niños y mayores, algo impensable para sus predecesores.