Trinidad Jiménez defiende que la solución para Libia pasa por la “salida de Gadafi”
BENGHAZI (LIBIA), 8 (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Leyre Guijo)
La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha manifestado este miércoles el “apoyo” del Gobierno al Consejo Nacional de Transición libio, al que considera “representante legítimo del pueblo libio”, y ha defendido que la única solución al conflicto en el país norteafricano pasa por la “salida” del líder libio, Muamar Gadafi.
Jiménez, que se ha reunido en Benghazi, donde tiene su sede el Consejo Nacional de Transición, ha manifestado al líder de los rebeldes, Mustafá Abdul Jalil, el “compromiso” de España y su “confianza en un futuro mejor para el pueblo de Libia”.
En este sentido, en rueda de prensa con el vicepresidente y ministro de Exteriores de los rebeldes, Alí el Essawi, ha defendido que España fue el primer país en enviar ayuda humanitaria a Benghazi tras comenzar las protestas y el primer país que “dijo expresamente cuando empezaron los ataques de Gadafi” contra la población civil que el líder libio había “perdido toda legitimidad”.
“La salida de la crisis libia pasa por la salida de Gadafi del poder”, ha señalado tajante Jiménez, prometiendo que España mantendrá su compromiso en el plano militar con su participación en la operación que lidera la OTAN y en el plano humanitario, a través del Programa Mundial de Alimentos (PAM), cuyos almacenes se dispone a visitar, y de la Unión Médica Arabe.
En este sentido, Jiménez ha recordado que España ya ha contribuido con ayuda humanitaria valorada en casi cinco millones de euros, incluida la destinada a la repatriación de los inmigrantes que huyeron de Libia y quedaron varados en la frontera de Túnez.
Por su parte, El Essawi ha agradecido el apoyo y la ayuda recibida del “pueblo amigo español” y ha subrayado la necesidad de fondos que tiene el Consejo Nacional de Transición. Asimismo, ha incidido en que aunque España no haya reconocido oficialmente como único interlocutor de los libios a los rebeldes sí ha reconocido sus “aspiraciones legítimas” de más libertad y democracia y eso es lo que cuenta.
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